La demanda de esta prestación a domicilio crece, por el envejecimiento y la soledad
30 sep 2019 . Actualizado a las 23:24 h.Dos de cada tres concellos de la provincia de A Coruña se han adherido ya al programa Xantar na casa y hay varios esperando su integración en este servicio, creado hace una década y gestionado por el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar. Su gerente, Perfecto Rodríguez, constata la demanda creciente de una iniciativa dirigida a personas mayores o en situación de dependencia, y también en riesgo de exclusión social, que les proporciona «unha alimentación equilibrada e nutritiva, co que se evita o deterioro da súa calidade de vida». El envejecimiento de la población y la soledad explican este incremento.
Entre los usuarios -624, a principios de septiembre, en la provincia, que suma 875 beneficiarios-, la mayoría de más de 60 años, hay hombres y mujeres, de entornos urbanos y rurales. Casi todos viven solos, aunque también llega a parejas. Una vez a la semana reciben comida para siete días. «Leva un primeiro prato, un segundo e unha sobremesa; está pensado para o xantar, pero hai quen deixa un para a cea», detalla Rodríguez. Los menús se adaptan a las indicaciones del personal médico, en función de las patologías y las necesidades de cada comensal, sin sal, bajo en grasas, sin gluten, etcétera.
El receptor solo necesita una nevera para conservar los alimentos y un microondas para calentar los platos que lo requieren. «Se non dispoñen destes electrodomésticos, préstanselles a través do programa», comenta el gerente del Consorcio, que subraya «o alto grado de satisfacción» que muestran los usuarios.
Apenas se producen bajas
Pocos se dan de baja, salvo cuando una enfermedad merma su autonomía personal y les obliga a ingresar en una residencia, o si la situación familiar varía y alguna persona cercana puede atenderles. «O custe é de 6,27 euros por día; o usuario paga 1,67, un 25 %, o mesmo que aboan os concellos; e a Xunta, o outro 50 %», indica Rodríguez. El programa Xantar na casa oferta 1.400 plazas en toda Galicia. «Agora témolo que sacar de novo a concurso e imos ampliar ata as dúas mil, para que os concellos interesados poidan adherirse», avanza el responsable del Consorcio. «Desde a Xunta queremos potencialo porque permite que xente con certo grao de dependencia que desexa seguir vivindo no seu entorno poda facelo, co servizo de axuda no fogar e tamén co de teleasistencia nalgún caso. A xente maior, sobre todo no rural, quere seguir na súa casa», corrobora.
E insiste en que, además de garantizar una dieta saludable, «facilítalles un respiro ás familias, moitas viven e traballan na cidade e antes tiñan que estar máis pendentes». Sin olvidar «a parte social, o acompañamento, porque para algunhas persoas que viven soas é a única visita semanal. E o repartidor non só lles entrega a comida, senón que comproba o estado da persoa, e se detecta calquera deterioro respecto á semana anterior, comunícallo ao Consorcio, que llelo traslada aos servizos sociais municipais».