La Policía Nacional desalojó a tres personas que fueron sorprendidas cuando desbrozaban la maleza en la finca de un chalé deshabitado al que se habían «mudado»
05 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El estado de permanente alarma se acrecienta entre los residentes legales de Ciudad Jardín, la promocionada como «urbanización de lujo» en la que en julio del 2008 comenzaron a asentarse las 67 familias que eligieron ese estratégico enclave, a un paso del centro de Ferrol pero con las ventajas de la privacidad de fincas independientes, e invirtieron sus ahorros o se hipotecaron para la compra de un chalé.
A los graves problemas derivados de la quiebra de la promotora, por lo que la urbanización sigue sin ser dada de alta doce años después y, por lo tanto, las viviendas carecen de licencia de primera ocupación, se suman otros relacionados con la inseguridad en la zona.
Y es que, a pesar del total estado de abandono en el que se encuentran los diez chalés que no se han logrado vender -hay otros 17 adosados de los que solo quedan en pie las paredes, porque fueron pasto del saqueo-, estas viviendas son punto de referencia para los okupas. Pero no solo para indigentes y drogodependientes que buscan un techo para pernoctar o consumir, y que ya han provocado varios incendios, como venía ocurriendo hasta ahora, sino que los chalés vacíos sirven de reclamo para gentes que, en principio, no parecen estar en la calle.
La pasada semana, los residentes en Ciudad Jardín fueron testigos de una tentativa de okupación de una de las viviendas por parte de tres miembros de una familia desconocida. Así, el miércoles, algunos vecinos presenciaron una pequeña mudanza, con colchones y algún somier, por lo que alertaron a la Policía, pero el sábado ya se encontraron con dos hombres -creen que eran padre e hijo- en plena faena de desbroce de la maleza y limpieza de la finca perteneciente al chalé en cuestión, en el que habían abierto todas las ventanas.
En esta ocasión, el nuevo avisó surtió efecto y funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la Comisaría de Ferrol-Narón lograron que los okupas les entregasen las llaves y abandonasen la zona en un coche patrulla. Pero este periódico ha podido confirmar que no fue en calidad de detenidos, sino que accedieron al desalojo de forma voluntaria, aunque no es lo habitual, ya que cuando los okupas se han asentado en una casa es necesario que el dueño formule denuncia y el juzgado ordene el lanzamiento.
En el caso concreto de Ciudad Jardín, la vía judicial resulta más complicada todavía, porque la propiedad de las viviendas no está clara. Y es que, a raíz de la quiebra de la promotora, las casas que no se vendieron pasaron a manos del Sareb y el Concello de Ferrol también tiene reconocido por el TSXG el embargo de 34 viviendas, aunque la sentencia lleva años en espera de ejecución.
No obstante, los residentes señalan que la urbanización está en «un limbo administrativo», porque al solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad las casas siguen figurando a nombre de Proxectos Ciudad Jardín, la promotora de la urbanización tras la que estaba Coinasa.
Los vecinos se quejan de tener que estar pendientes de los movimientos que hay en la urbanización, porque les generan una «inseguridad brutal».