La gran demanda actual ha agotado las existencias de las desmontables, y hay plazos de más de un año para las de obra
10 jun 2020 . Actualizado a las 16:40 h.El confinamiento por la pandemia del covid-19 ha disparado de tal forma el interés por las piscinas que las empresas que las comercializan y las construyen se ven desbordadas por la demanda, cuyo incremento cifran en un 2.000 % o incluso más. Las desmontables están agotadas y las fábricas ya tienen el cupo cubierto para todo el verano, y en las de obra se están fijando plazos de construcción para julio del próximo año, cuando antes la máxima espera era de dos meses.
El Grupo Vaes, con sede en la carretera de San Pedro, en Ferrol, está trabajando hasta la una de la madrugada, fines de semana y festivos incluidos, para tratar de atender al mayor número de clientes posible. Telmo Espantoso, copropietario de la firma, junto con Óscar Vázquez, explica que tienen mercado en toda España e incluso en algunas zonas de Europa, y que en 15 días han recibido 748 solicitudes de piscinas desmontables, cuando la media anual solía ser de 200.
A pesar de que el proceso de instalación es más rápido que en las de obra, se encuentran con el problema de que la fábrica que les suministra ya tiene el cupo cerrado. El Grupo Vaes tiene 187 clientes en lista de espera de piscinas desmontables de entre 800 y 2.000 euros, y a otros les está devolviendo la fianza que habían depositado.
En cuanto a las piscinas de obra, Telmo Espantoso asegura que la demanda también se ha multiplicado, hasta el punto de que ya están cerrando contratos para el mes de julio del próximo año, cuando antes se podían atender los pedidos en un plazo de dos meses. En la actualidad, en esta zona tienen en fase de construcción nueve, localizadas en Valdoviño, Pedroso, Ciudad Jardín, Santa Marina (Ferrol) y Bergondo. Las más demandadas son las de ocho por cuatro metros, y los precios van desde 12.000 a 30.000 euros.
En Piscinas Norte, con almacén en Narón y que distribuye por Internet a toda la península, tampoco pueden atender toda la demanda. Según Antonio Camacho, empleado de esta empresa, la fábrica que los surte de piscinas desmontables, que está ubicada en Bilbao, ya no coge pedidos desde hace veinte días, porque tiene el cupo cubierto hasta agosto. «Tenemos cien piscinas encargadas, que son las que podremos instalar, pero los pedidos superan ya la cifra de 500». Las más demandadas son las redondas, de 2,40 por 5,50 metros, y las ovaladas, de 3,50 por 7,30 metros. En el caso de las de chapa, los precios oscilan entre 2.500 y 6.000 euros; las de madera natural, de 2.000 a 8.000; y las de tablero de resina, entre 2.000 y 10.000 euros. A pesar de ser desmontables, lo más habitual es que se mantengan instaladas todo el año, aplicando un producto invernador al agua y cubriéndolas.
«Tenemos cien piscinas encargadas, que son las que podremos instalar, pero los pedidos superan ya la cifra de 500»
Por su parte, Tito Yáñez, gerente de Piscinas Galicia, con sede en el polígono Vilar do Colo, también manifiesta que están saturados. Venden e instalan piscinas de fibra, y también se encargan de las reparaciones. «Los plazos de entrega se están demorando dos meses, porque la fábrica, situada en Elche, está a tope de trabajo», apunta Tito Yáñez, añadiendo que la petición de presupuesto de personas interesadas en hacerse con una piscina se ha incrementado en un 2.000 %. Tienen contratos cerrados para instalar veinte este verano.
«Fue una auténtica locura»
También se ven desbordados por la demanda los establecimientos comerciales. En el caso de Carrefour, Rosanna Pallares, del departamento de productos no alimentarios, asegura que solo les quedan piscinas de tamaño pequeño, porque las otras las agotaron ya hace 15 días. «Fue una auténtica locura», manifiesta, añadiendo que las más vendidas fueron las tubulares, de 269 euros; seguidas de las hinchables, de 199 euros. Las únicas que tienen disponibles ahora son las de tamaño pequeño, de 2,44 por 0,66 metros, que se comercializan a 25 euros.