El inmueble presenta riesgo de desprendimientos y su arreglo está a la espera de una segunda fase de rehabilitación en el recinto
22 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los peatones que transiten por la calle Virxe da Cabeza no pueden pasar desde la pasada semana por la acera colindante con las instalaciones de la Guardia Civil en Ferrol. Una valla y cintas de la Policía Local acordonan desde el pasado viernes la zona, después de que se hubiese advertido riesgo de desprendimiento en el edificio sin rehabilitar del acuartelamiento. El perímetro de seguridad afecta también a la fachada con frente hacia la parte interior del recinto. Según informan fuentes oficiales de la Guardia Civil, la oficina de riesgos del cuerpo estimó necesario su balizado, pese a que no se había producido ningún desprendimiento. Sin embargo, el deterioro del inmueble supone un peligro, como puede apreciarse a simple vista desde la calle, donde se avistan varias placas de la cubierta rotas.
La Guardia Civil atribuye la situación a «daños menores provocados por las lluvias de este invierno». E inciden en que se produjeron en «una zona donde no hay dependencias oficiales». Los servicios de este cuerpo fueron trasladados al edificio que culminó su rehabilitación en 2017 y que supuso la inversión de 1,45 millones de euros, reconvirtiéndolo en un cuartel moderno, que renovó su estética y funcionalidad.
En una visita a las obras en el año 2015, el entonces director general de la Guardia Civil, el ferrolano Arsenio Fernández de Mesa, anunciaba una segunda fase de los trabajos para actuar en las viviendas. Por el momento sigue a la espera. Según trasladan fuentes oficiales, la intervención no tiene fecha prevista, pero «se trabaja para que sea lo antes posible».