Hija de la democracia

Nona Inés Vilariño

FERROL

01 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Felipe González en su entrevista en televisión es hoy mi referente. Escuché su opinión sobre cuestiones de extraordinaria importancia para España y, además, confirmé que conserva intacta, entre otras muchas, su capacidad de comunicación y análisis de la realidad, con una visión de hombre de Estado, que aún podría aportar mucho a la política si la soberbia y la ambición no cegasen a Sánchez y a los sanchistas, cuyo menosprecio a una generación que, desde la concordia, hizo posible la democracia en la que vivimos, es notorio. Lo que voy a recordar merece un lugar preferente en el análisis de la crispación que nos rodea. Con valentía y pasión expresó lo que muchos españoles perciben como señas de identidad de la atmósfera política, que ahoga la capacidad de hacer un proyecto común cuando la situación exige unidad para poder superar la crisis sanitaria, económica e, incluso, institucional y la fractura de la sociedad, ocasionada por el pertinaz empeño de los iluminados antifascistas en crear frentes de batalla con aroma de un guerracivilismo que parecía superado. Cito literalmente la referencia del presidente González a lo que una joven- Rocío dijo que se llamaba- le comentó recientemente: ¿Por qué me obligan a ser nieta de la guerra civil si yo quiero ser hija de la democracia? Creo que no necesita comentario. Pero sí ser escuchada por los que, a diario, cultivan el rencor como motor de su viaje hacia el futuro… La concordia, Sr Sánchez, no se predica, se ejerce. Y eso hicieron sus compañeros, cuando, en la Transición, se olvidaron de sus intereses para pensar en los de España.