FIMO languidece nueve años después de la última Feria de Muestras sin plan para su recuperación más allá del arreglo de pabellones previsto
12 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Atrás quedaron los años dorados en los que FIMO era sinónimo de poder empresarial y escaparate de la industria y la innovación. La conocida Feria Internacional de Muestras del Noroeste celebró su última edición en el verano del 2013, tras alcanzar las 51 ediciones. Los problemas económicos que arrastraba la Cámara de Comercio y que derivaron en su proceso de liquidación acabaron por convertir esta gran parcela en suelo infrautilizado y tomado por el abandono.
Aunque en los últimos tiempos el recinto ferial de Punta Arnela afronta una segunda vida en esta pandemia como decisivo vacunódromo de Ferrol, lo cierto es que mirar más allá de ese edificio principal, en su día el hall de entrada al complejo, es desolador. Lo constatan vecinos de toda la comarca que se acercan a vacunarse y que, en ocasiones, deben hacer largas colas ante las puertas. La espera les deja tiempo para contemplar con curiosidad lo que los rodea. Muchos han entrado sorteando un gran bache en la zona de la entrada. Y unos metros más adelante, se topan el edificio de la Cámara de Comercio, sin terminar. Está la estructura y parte de los muros. Pero su interior está vacío, con los vestigios de las obras que quedaron ancladas en el tiempo. Fuera las enredaderas hacen ilegible el caduco plano del complejo.
El paseo continúa dejando a la derecha el pabellón número 5, sede de la Escola de Mobilidade de Ferrol, un circuito de seguridad vial de la Policía Local para escolares, pero que actualmente no funciona y sus nuevos ocupantes son alumnos de esgrima, desplazados del edificio principal por la vacunación. A la izquierda, los pabellones 1, 2 y 3, que albergan la actividad formativa de distintos clubes deportivos, y aquejados de filtraciones y problemas, especialmente en las cubiertas. Para estas instalaciones es para las únicas que está proyectada una solución: la inversión de 1,3 millones de euros para su renovación.
Pero lo peor se encuentra, al fondo, en el antiguo pabellón de la Armada, donde la Marina mostraba orgullosa en su día patrimonio y potencial. Hoy la maleza penetra en un interior de cristales rotos, viejos muebles y harapos que un día fueron cortinas. Y como en otros muchos puntos del recinto, sin que nada impida el acceso a sus ruinas.
De Ciudad del Deporte a Clúster de la Defensa
Es una parcela de alto potencial, pero infrautilizada en la actualidad. El recinto de FIMO pertenece al Concello desde febrero del 2015, cuando se hizo con él en subasta judicial. Y desde entonces, los sucesivos gobiernos han planteado para él distintos usos, que ninguno se ha llevado a la práctica. El plan de usos prometido en el anterior mandato nunca se elaboró. Se hablaba del traslado de la Policía Local. Y en este, de convertir el recinto en Ciudad del Deporte y compaginarlo con usos de coworking, financiado por los fondos Edusi. Finalmente el gobierno local optó por que los fondos de la estrategia europea se destinasen a otros proyectos. Y centra sus esfuerzos inversores en recuperar el estado de los pabellones que más uso tienen, y que se considera la prioridad. Mientras no llega esa intervención de calado, el Concello acometió obras de carácter urgente, y ejecutó recientemente trabajos para reparar las goteras, producidas por unas bajantes atascadas que devolvían agua a la cubierta, y también se arreglarán las arquetas.
A mayor plazo, FIMO podría adquirir importancia estratégica si se materializa el ofrecimiento del alcalde, Ángel Mato, a la Xunta para situar allí el Clúster de la Industria de la Defensa. Mientras tanto, y al margen de la vacunación, el recinto sirve como sede de Seitura 22, la Asociación de Empresarios de Ferrolterra y el Pantín Classic, además de ser utilizado por clubes deportivos.