Los peregrinos llenan estos días los albergues públicos y los alojamientos privados
15 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Camiño Inglés revive con la primavera y, sobre todo, con la Semana Santa. Los peregrinos llenan desde el fin de semana los albergues públicos y los hospedajes privados situados al pie de esta ruta xacobea. «Levamos con bo nivel de ocupación desde o día 9. En marzo xa houbo algo de xente, algunha fin de semana, pero o bum chegou agora», comentan en la oficina de turismo de Pontedeume, que gestiona el albergue municipal, con veinte plazas. Aquí recalan muchos caminantes que completan dos etapas en una única jornada.
El kilómetro cero del Camiño Inglés se sitúa en el puerto de Ferrol, justo donde se encuentra la oficina de atención al peregrino. «Todos tienen que partir desde aquí, les facilitamos un mapa o el pasaporte del peregrino, aunque la mayoría ya suele mirar en Internet y ya viene con el recorrido claro», explica Yolanda Álvarez, una de las informadoras de la empresa Ice Galicia S. L., que atiende este servicio. Asegura que el 80 % de las personas que visitan esta oficina van a completar esta ruta jacobea.
«Muchos ya han hecho varios caminos y algunos repiten este. Normalmente lo dividen en cinco etapas, pero hay quien lo recorre en cuatro e incluso algunos en tres», señala. Un buen número de caminantes se dirige hacia Pontedeume, sin detenerse en Neda, donde se encuentra el primer albergue público, de la Xunta, con 28 plazas de capacidad. «Ahora ya no hay límite de aforo, aunque la consigna aún la tenemos cerrada. El fin de semana tuvimos lleno, y ahora estamos con ocho o diez camas ocupadas», apuntaba ayer la encargada del centro. Entre los huéspedes de las últimas jornadas destaca la presencia de alemanes y marroquíes. Del muelle ferrolano han partido estos días muchos extranjeros, en especial italianos y británicos. «Gallegos también hay [...]. Este año parece que se van a superar las expectativas», vaticinan en el centro de atención al peregrino, tras dos años marcados por la pandemia y las restricciones que provocó.
En el Torreón eumés reciben esta semana a buen número de turistas nacionales. Muchos acuden a sellar la credencial de peregrino y se alojan en establecimientos privados. El hostel Río Eume reabrió a principios de marzo, después de cuatro meses. «Ahora empieza a animarse, la gente se adapta muy bien al Camiño Inglés porque es cortito y en Semana Santa casi todo el mundo dispone de cuatro o cinco días de vacaciones y le da tiempo a hacerlo», indica Sergio Iglesias, al frente del negocio.
Cada vez más reservas
Este empresario constata el cambio de hábitos generado por la pandemia: «Antes nadie reservaba y ahora la gente planifica mejor. Un porcentaje pequeño falla. Tenemos veinte plazas y si un grupo de diez o doce no viene es un problema, por eso acabaremos pidiendo un anticipo», dice. Abrió en 2019 y confía en que este año traiga «cierta normalidad, por fin». Vaticina una buena campaña, al ser Año Santo.
Entre los clientes del hostal San Cristóbal, con 37 habitaciones, figuran varios caminantes. «Es ahora cuando se está empezando a activar, reservan a través de agencias o directamente, en habitaciones individuales o dobles con dos camas. Aparte de los desayunos les ofrecemos varias propuestas de menú», detalla Belén Jiménez, que regenta la antigua casa de oficios junto a su marido, Mario Torres. Familias y comunidades religiosas copan buena parte de las reservas. «Cuando empezó la pandemia acabábamos de terminar las obras [ascensor, cocinas, pintura, jardín, etcétera], han sido dos años muy duros y ahora hay que darle valor», subrayan desde la empresa Caminamos Contigo, encargada de este alojamiento.
En el hotel Montebreamo también se nutren de peregrinos. La mayoría contrata habitación a través de agencias. «Hay mucha gente de fuera, Suecia, Inglaterra, México, Estados Unidos... muy variado. El año pasado se trabajó muy bien en verano, con peregrinos y con otro tipo de turistas», explica Mari Carmen Rey, propietaria de este alojamiento de seis habitaciones. En agosto se cumplirán cuatro años desde la apertura. «El resurgir se nota desde el inicio de Semana Santa», reconoce esta hotelera.
A Sofía Pérez, gerente del hotel Camino do Eume, le llama la atención la cantidad de andaluces que se han animado a recorrer el Camiño Inglés. «Abrimos en diciembre de 2020 —recuerda—, en plena pandemia. El verano [de 2021] fue buenísimo y además se alargó hasta mediados de octubre. El Camiño Inglés mueve cada vez a más gente, hasta abril hubo poquita cosa, pero ahora ya se nota». Dispone de doce habitaciones. Pérez augura «una buena temporada».
La repercusión económica del Camiño Inglés se evidencia en los alojamientos —en los últimos tres años han abierto varios en Pontedeume— y en la hostelería, que percibe el movimiento. Los negocios prevén una campaña mejor que la anterior, «porque sigue siendo Año Xacobeo y ahora ya no hay límites de aforo». El camino arranca ahora, con la Semana Santa y el buen tiempo.