La iniciativa municipal, que supera la treintena de voluntarios y colabora con distintas asociaciones, avanza con una nueva fase
21 oct 2022 . Actualizado a las 17:25 h.El Concello de Mugardos lleva casi una década trabajando en un programa municipal para mantener controladas las colonias de gatos. Esta iniciativa busca la seguridad de los vecinos al mismo tiempo que procura el bienestar de los felinos.
Miguel Mahía, concejal de Participación Cidadá, se muestra más que satisfecho con la implicación de los mugardeses en la iniciativa. Decenas de vecinos prestaron su ayuda y su tiempo para cuidar a los gatos y al mismo tiempo despejar Mugardos de las colonias. Hace años que los vecinos emitían quejas al ayuntamiento por la cantidad de gatos callejeros que campaban a sus anchas por la villa. Recelosos de su seguridad, alertaban de que los animales no estaban desparasitados, ni controlados, e incluso se internaban en fincas privadas. Ante el malestar general, el Concello aprobó la Ordenanza municipal sobre a protección e tenza de animais en el año 2014, en la que además de estipular qué animales de compañía se consideraban potencialmente peligrosos, se especificaban los deberes de los dueños como responsables. El documento sirvió de precedente para la acción que ahora mismo suma más de treinta personas voluntarias: el programa de control de colonias felinas de Mugardos.
El principal objetivo del programa, según Mahía, es «controlar o número de gatos que hai na rúa, procurando o benestar animal». Para hacerlo de manera respetuosa con los animales, pero efectiva, el organismo municipal consultó a distintas asociaciones protectoras y expertos para castrar a las hembras sin exterminar ninguna colonia. El programa se encuentra ahora en una fase avanzada, tal y como explica el concejal: «Estamos no proceso de esterilización e solta».
Pero antes de llegar a esa fase, hubo que trabajar mucho y en colectivo. Primero, se atendieron las demandas de vecinos de distintas zonas y barrios donde se encontraban las colonias consideradas problemáticas. Una vez identificadas, se procedió a la reordenación de sus distintas ubicaciones. A lo largo de todo el proceso, las personas voluntarias —cuyos únicos requisitos son estar empadronado en Mugardos y ser mayor de edad— se hacen cargo de las colonias, aunque el período de observación tras la castración es responsabilidad de los veterinarios y el coste de la manutención de los animales corre a cargo del gobierno municipal y de las asociaciones inmersas en el proyecto.
María de los Ángeles Silvar vive en un bajo cerca del ayuntamiento y es una de las personas voluntarias, que antes de existir el programa ya cuidaba a los felinos de la calle. Explica que en Mugardos todos los vecinos respetan a los animales, y que desde que está la colonia de gatos cerca de su casa, ya no hay ratas: «Ahora puedo abrir la ventana sin miedo, además los gatos no estorban». El concejal hace mención de la asociación Indicán, que fue esencial para llevar el control de las colonias. Otros ayuntamientos tienen acciones similares, pero el peso suele recaer en distintas asociaciones y no están cohesionadas como en Mugardos.