Absuelven de agresión sexual a los dos jóvenes de Ferrol que mantuvieron relaciones con una niña de doce, pero condenan a uno por abuso
FERROL

La menor conoció a ambos, de la misma pandilla, en una plaza y aseguró que tenía 17 años
27 dic 2022 . Actualizado a las 19:47 h.La sección número dos de la Audiencia Provincial de A Coruña condena a uno de los dos jóvenes de Ferrol que mantuvieron relaciones sexuales cuando tenían 19 años con una niña de doce, a la que conocieron en la calle por mediación de amigos en común. El fallo no los considera autores de una agresión sexual y da cuenta de la larga (y complicada relación) entre los tres. En concreto, a uno de los dos acusados, al que identifican como Benito, lo consideran autor del delito de abuso sexual definido, concurriendo la atenuante de relaciones consentidas, y condenan a las penas de dos años de prisión, con la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el mismo tiempo, seis años de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad, y cinco años de prohibición de aproximarse a menos de 250 metros de la menor, de su domicilio y lugar de estudio o trabajo, así como de comunicar con ella por cualquier medio.
Deberá cumplir además, después de la pena de prisión, cinco años de libertad vigilada. Asimismo, deberá abonar a la menor, para la indemnización del daño moral, la cantidad de seis mil euros. Sin embargo, le absuelven de los delitos de contacto a través de Internet con menor de dieciséis años con finalidad sexual. También se absuelve al otro acusado, Luis Alberto, de los dos delitos de agresión sexual por los que fueron también acusados los dos jóvenes.
Las sentencia da cuenta de que los tres se conocieron en octubre del 2007, cuando la chica llegó a Ferrol: «El mismo día que conoció a los acusados les dio sus teléfonos y desde entonces hablaron y se remitieron mensajes por ese medio, llegando la menor, a la que el fallo identifica como Encarna, a enviar a Benito, en fecha no precisada pero en todo caso anterior al 9 de octubre, una fotografía, que podía ser la de su perfil de Instagram, y un vídeo en los que vestía con ropa interior», detalla la sentencia.
El fallo recoge que ese día Benito recibió, también, unos «mensajes vía Instagram de quien se presentaba como hermana o madre de Encarna, alertándole de que esta tenía doce años. Para demostrárselo, pues él se mostraba incrédulo, le adjuntaron una foto de su pasaporte y otra de su comunión».
Entonces el joven queda con la chica para pedirle explicaciones, pero ella lo convence de que es mayor y continúan la relación. Es más, ella le cuenta que trabaja en una tienda de tatuajes. En este punto, la resolución judicial cuenta que ella indica que «esos mensajes debió remitirlos algún desconocido, o desconocida, que quería impedir que entablaran relación, por lo que pidió a Benito que bloqueara la cuenta, porque ella, insistió, tenía 17 años. Él se dio por satisfecho con la explicación, despreocupándose de aclarar definitivamente el problema. A continuación, subieron ambos a la vivienda del segundo, donde Encarna pasó la noche, manteniendo en su transcurso, «de acuerdo los dos, relaciones sexuales», aunque la resolución apunta que «a pesar de la diferencia de edad, Benito no presentaba un grado de madurez muy distinto al de Encarna».
Mientras todo esto sucede, los padres de Encarna están buscándola preocupados, pero según el fallo ella «a la mañana siguiente Encarna se fue al domicilio de una amiga, pues esa tarde tenían previsto celebrar un cumpleaños al que quería asistir y temía que si regresaba a su casa sus padres le castigarían, impidiéndoselo, por haber pasado la noche fuera sin permiso».
Desaparición
La familia de la joven puso una denuncia por desaparición y vivió jornadas muy tensas cuando Encarna regresó a casa. De hecho, en el transcurso de una discusión confiesa a sus padres que mantuvo relaciones con Benito, pero también antes con Luis Alberto. También explican que las dos supuestas agresiones sexuales se juzgan en la misma causa porque, aunque «desde un punto de vista procesal podían haber sido dos procedimientos, paradójicamente toda la prueba practicada viene a referirse, en mayor o menor medida, a la globalidad del problema, en cierta manera entremezclándolo».
La menor llegó a acudir a urgencias tras alguno de los encuentros, pero no consta parte de lesiones. De hecho, comienza a acusar con más énfasis a un joven que al otro, cuando sus padres optan por denunciar los supuestos abusos sexuales: «Esto es, cuando los padres supieron de las relaciones con Benito y manifestaron su intención de denunciarlo, fue cuando, por primera vez, Encarna, y enfadada con él, realizó el reproche a Luis Alberto, centrando luego su declaración policial en este, mientras que aquéllos describían más extensamente lo sucedido con el otro (Benito)».
Ninguno de los dos acusados contaba con antecedentes antes de esta causa.