Con la operación, la gallega toma el 25 % de la regasificadora de El Musel por 95 millones y se impulsa la puesta en marcha del hidroducto Guitiriz-Zamora en el 2030
28 feb 2023 . Actualizado a las 21:25 h.Reganosa y Enagás, dos históricos rivales empresariales, entierran el hacha de guerra con la firma de un acuerdo que ellas mismas califican de «histórico» y que permitirá a Galicia avanzar posiciones en la carrera estatal por el hidrógeno verde. La operación comunicada ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) implica que Enagás adquiere la red de gasoductos de Reganosa, una infraestructura de 130 kilómetros que conecta los principales nodos energéticos del norte de la comunidad, por un importe de 54 millones de euros. La empresa gallega, por su parte, pasa a formar parte del accionariado de la planta de regasificación de El Musel (Gijón), de la que toma una participación del 25 % por 95 millones.
Además, como última pata de este pacto, la gestora técnica del sistema gasista de España asume el papel de promotora del hidroducto entre Guitiriz y Zamora, tomando el relevo de Reganosa y favoreciendo así la catalogación del proyecto como de interés comunitario para la Unión Europea. La iniciativa, excluida hasta la fecha del H2Med, el primer corredor del hidrógeno renovable europeo, resulta vital para poder dar salida al combustible verde que se fabricará en Galicia a través de las diversas plantas proyectadas en el territorio. Precisamente, Reganosa participa en la puesta en marcha de dos proyectos para la generación de hidrógeno verde, en As Pontes y Meirama.
En este sentido, desde Enagás, que el pasado enero incluía el tramo gallego en su boceto de red troncal de transporte interno como un proyecto de Reganosa por ser la empresa gestora de la red de transporte en Galicia, se comprometen ahora, en tanto que asumen la gestión directa de los 130 kilómetros de los gasoductos del territorio, a impulsar el desarrollo de esta infraestructura de transporte y su unión a la interconexión con Portugal, «garantizando la total integración de la producción de hidrógeno renovable en la zona con los corredores futuros de hidrógeno en la península ibérica, con el objetivo de que entre en operación en 2030», según señala el comunicado. Además, ambas firmas determinan que se seguirá adelante con la tramitación para convertir la infraestructura en proyecto estratégico europeo y que Reganosa brindará su apoyo para acuerdo «agilizar al máximo su aprobación».
Hub energético en el noroeste peninsular
Esta alianza, destacan desde ambas compañías, «favorece la creación de un gran hub energético en el noroeste peninsular». En este sentido, tanto Reganosa como Enagás subrayan que el acuerdo «permite aprovechar sus sinergias y trabajar conjuntamente en nuevas posibilidades de colaboración para reforzar la seguridad de suministro y avanzar en los objetivos de descarbonización de España y Europa».
El consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, ha manifestado que «se trata de un acuerdo histórico que refuerza la estrategia de las dos compañías, y fortalece el sistema gasista español» y ha añadido que «juntos, Reganosa y Enagás, vamos a continuar explorando nuevas posibilidades de colaboración».
Por su parte, el director general de Reganosa, Emilio Bruquetas, ha determinado que para la compañía es «un orgullo poder contribuir junto con Enagás al desarrollo del noroeste peninsular, al robustecimiento del sistema energético español, al incremento de la seguridad del suministro y a la consecución de los objetivos de descarbonización de la economía». Además, a consecuencia de esta alianza, Reganosa podrá seguir trabajando en la línea de promover proyectos vinculados a las energías renovables y a la economía circular, un extremo que, como titular de la red de transporte en Galicia, tenía acotado por la existencia de limitaciones normativas.
La Xunta apoya la alianza
Desde la Xunta de Galicia, que participa en el accionariado de Reganosa (en el que también están representados el grupo Tojeiro —a través de Gadisa y Forestal del Atlántico—, la argelina Sonatrach y la japonesa Sojitz), catalogan como «positiva» la alianza y señalan que la operación contó con el visto bueno de la Administración autonómica, condicionado a que se concreten por parte de Enagás «investimentos en infraestruturas e mellora do servizo», ya que, ahondan, el gobierno gallego «segue a considerar estratéxico o hidroduto Guitiriz-Zamora como unha peza fundamental para a industria galega, permitindo conectar á comunidade co resto de España e con Europa».
Salto internacional de la empresa con base en Mugardos
Más allá de los principales ejes sobre los que pivota este acuerdo, desprenderse de la titularidad de los 130 kilómetros de gasoducto en territorio gallego permitirá a Reganosa seguir avanzando en su metamorfosis de empresa gasista de componente local a entidad energética global. Y es que la compañía gallega, que mantiene la titularidad de la regasificadora de Mugardos —única planta española que no controla Enagás— y que asume un 25 % del capital en El Musel, podrá continuar trabajando en los proyectos en los que lleva años concentrando esfuerzos, como son la economía circular, la digitalización, el almacenamiento energético o las energías renovables.
Una senda hacia la economía verde que, hasta la fecha, quedaba acotada por las restricciones normativas derivadas de tener la propiedad de la red de transporte interno del gas en Galicia. Dentro de los movimientos más recientes que afianzan a Reganosa como referencia global en la gestión de plantas de gas de terceros destaca el fichaje de la compañía, el pasado enero, para operar y acometer las tareas de mantenimiento de una nueva terminal flotante en Alemania, en Brünsbuttel, sumándose a las plantas que la empresa con base en Mugardos gestiona ya en Ghana, en Oristano (Italia) o Delimara (Malta).
Además, la firma gallega participa en el asesoramiento para la puesta en marcha de otra planta germana flotante de regasificación, ubicada en Lubmin.
A esta amplia cartera de proyectos internacionales Reganosa suma su apuesta por las energías renovables y la economía circular, con la puesta en marcha de dos plantas de hidrógeno verde en As Pontes y Meirama o el desarrollo de una iniciativa para transformar los purines de las granjas en biometano y fertilizantes, evidenciando así su capacidad de transformación.