Un vecino de Fene denuncia que ha presentando hasta tres reclamaciones por el cese de la ayuda y cada mes visita el INSS sin obtener respuesta
06 mar 2023 . Actualizado a las 12:24 h.A los trabajadores de la delegación ferrolana del INSS el rostro de Ishai Prieto ya les resulta familiar. Desde el pasado mes de septiembre, cuando su mujer dejó de percibir de «un día para otro» la ayuda del Ingreso Mínimo Vital (IMV), este fenés de 43 años acude una vez al mes a sus oficinas en busca de respuestas. A pesar de esas visitas mensuales y de haber presentado ya tres reclamaciones —dos de forma presencial y otra más de manera telemática— sigue sin saber nada. «Nos dejaron de pagar el IMV y nadie nos explica por qué», dice indignado Prieto.
Su mujer era la que cobraba la prestación, pero es él quien cuenta su historia y ha decidido sacar a la luz pública su caso, ya que ella sufrió un ictus y tiene problemas de movilidad.
Ishai explica que su mujer comenzó a percibir el IMV en marzo del 2022, tras muchos meses «con ingresos cero» y con un hijo a su cargo. Él, que había trabajado en una empresa de reparto y para firmas auxiliares del naval, llevaba ya dos años sin empleo. Y su mujer, a raíz del ictus que había sufrido, no estaba en condiciones de trabajar y se encontraba a la espera de que se resolviera el juicio que había iniciado para que le reconocieran la incapacidad, después de que el INSS se la hubiese denegado.
Sin ingresos de ningún tipo, la Seguridad Social le concedió el IMV sin problemas. Pero la sorpresa llegó al comprobar la cuantía del primer ingreso. «Nos habían dicho que por nuestra situación nos correspondían casi 800 euros al mes, pero el primer ingreso fue de solo 132 euros y los siguientes de 152. Una empleada del INSS nos dijo que fue por un error, ya que tenían que haber calculado la cuantía con la declaración de la renta del 2021, pero lo hicieron con la del 2020, cuando mi mujer tuvo algunos ingresos, ya que trabajó unos pocos meses entre baja y baja por las secuelas del ictus», relata Ishai.
El fenés presentó una reclamación por ese «error» en la cuantía. Y a principios del otoño elevó otra más después de que el INSS dejara de abonarle el IMV a su mujer en septiembre «sin aviso previo ni explicación». Fue entonces cuando Ishaí comenzó a visitar el INSS de Ferrol una vez al mes para saber lo que había pasado y también volvió a reclamar, esta vez por vía telemática.
Ishai explica que el cese en los pagos coincidió con un cambio importante en la situación económica de la familia, porque, tras ganar la batalla legal que había emprendido en los juzgados, su mujer comenzó a percibir una pensión por incapacidad permanente de 572 euros al mes. Pero aún así no encuentra explicación a lo sucedido, ya que ambas prestaciones son compatibles. «Lo que tendrían que haber hecho entonces es recalcular el IMV para abonarnos la diferencia entre esos 572 euros y los casi 800 que nos corresponden, pero no quitarnos la prestación sin explicaciones. En cualquier caso, sea lo que sea lo que haya pasado, tendrían que informarnos», anota Ishaí, que también se queja de la escasez de personal en el INSS y de las dificultades para conseguir cita en sus oficinas.
Además,asegura que su familia sigue en situación de vulnerabilidad, a pesar de la pensión que cobra su mujer: «Esos 572 euros solo nos llegan para pagar la hipoteca y la comunidad. Si no fuese por la ayuda de mis padres y mi hermana, no tendríamos ni para comer».