Las instalaciones de Endesa quemaron este miércoles sus últimas reservas de carbón
04 oct 2023 . Actualizado a las 21:27 h.En marcha desde 1976 como símbolo de la industria gallega, la central térmica de As Pontes asistió este miércoles al último día de su vida operativa. Esta noche quemaba todas sus existencias de carbón y procedía al apagado de la caldera, con posterior desacople de la red eléctrica. Según Jesús Ferreño, responsable de Operación de esta central de Endesa, «termina así esta etapa laboral pero pensando en el desmantelamiento como puente para futuros proyectos renovables en la zona». Atrás queda casi medio siglo de historia, mientras As Pontes se prepara ahora para un futuro en verde.
Los propios trabajadores hablan de este proceso de cierre como «el último baile», con la quema en los últimos tres días de 15.000 toneladas de carbón. Para la clausura han quedado 60 empleados de Endesa y unos 80 de las auxiliares. Según Ferreño, «tras el apagado de la caldera y dejar de generar energía eléctrica, el siguiente proceso será llevar la instalación a una situación segura». Esos pasos incluyen trabajos de vaciados de líquidos, limpiezas y desenchufe de equipos eléctricos, salvo instalaciones como ascensores y grúas que quedarán para el último momento.
Endesa tiene ahora un año de plazo para obtener el acta de cierre en cuanto se certifique la desconexión de la red. Pero la empresa ya confía en obtenerla antes de que finalice 2023. «Después ya tendremos las condiciones seguras para el desmantelamiento», indica el responsable de Operación de la central pontesa. Dicho desmantelamiento se prevé para el próximo verano y ahí confían en entrar los trabajadores de las auxiliares.
La marcha de los trabajadores
Según el comité de empresa de Endesa, a partir del 1 de noviembre ya se prevé la salida del personal que se iba a prejubilar. Ricardo Casas, presidente del comité, indica que «este miércoles fue un día de sentimientos encontrados porque ponemos punto y final a una historia de la comarca, cambiamos a las nuevas energías aunque queda cierto sabor agridulce». De los 60 trabajadores que quedan de Endesa, el 1 de noviembre se marcharán 35 personas: tanto prejubilados como recolocados a destinos más cercanos.
Quedarían 25 empleados de Endesa que permanecerán en la central hasta el 31 de diciembre. Quince de ellos saldrían ese último día del año, y los otros diez el 1 de mayo. «Intentaremos que se reubiquen en las plazas que se generen con nuevos proyectos como los parques eólicos», indica Casas. Las plantillas de las auxiliares tendrían contratos hasta finales de noviembre. Y según fuentes sindicales, aguardan a participar tanto en cursos de formación para el desmantelamiento, como en ese proceso final y los proyectos de renovables.
Endesa tiene en desarrollo en Galicia más de 1.000 megavatios (600 ya con la declaración de impacto ambiental aprobada). Además, hay en tramitación varios proyectos industriales en los terrenos de la central declarados estratégicos por la Xunta: como los de Ence y Sentury. Y Reganosa ya licitó para la zona su planta de hidrógeno verde.
Un futuro en verde, con eólica e hidrógeno
El futuro que Endesa aporta para la zona pasa por la energía eólica, el hidrógeno verde, la bioplanta de Ence o la fábrica de neumáticos de Sentury. El comité de Endesa en As Pontes calcula que este último proyecto sería el que generaría más empleo, unos 750 puestos de trabajo. Pero el de Ence también es muy valorado, por el impacto que se aguarda en el empleo indirecto (por ejemplo, en los transportistas). Solo en parques eólicos en Galicia, Endesa tiene en desarrollo 1.000 megavatios. La térmica pontesa tenía 1.400 megavatios, con capacidad para abastecer al 9 % de la demanda energética del país.
El cierre llega 45 meses después de haberse solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica, y con un bagaje de 280.000 horas de funcionamiento por cada uno de los cuatro grupos de la térmica. Ahora los proyectos eólicos de Endesa también son decisivos para el futuro de otras empresas, como la de Alcoa. El propio comité de Endesa destaca la importancia de que las administraciones «agilicen los trámites burocráticos, tanto para autorizar la construcción de los parques antes de enero como para que se aceleren proyectos como los de Sentury y Ence». A los parques de Endesa podrían volver aquellos operarios desplazados lejos de Galicia.
Solo la empresa china Sentury pretende invertir en esa fábrica de neumáticos de As Pontes 531 millones de euros, para generar al año 12 millones de unidades.