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Condena por una estafa bancaria de 2.500 euros

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

CAPOTILLO

Una cliente bancaria recuperará el dinero que le robaron mediante quince cargos de compras en criptomonedas

29 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un abogado de As Pontes, Ignacio Meizoso, acaba de conseguir que su cliente no pierda 2.500 euros por una estafa bancaria. En esta sentencia, emitida el pasado día 26 de julio por el Juzgado de Primera Instancia de Vilalba, la curiosidad radica en que se condena al banco a devolver los cargos realizados de forma fraudulenta. «Mi cliente no pinchó en ningún enlace fraudulento, simplemente, un día entró en su banca electrónica y le aparecieron los cargos, quince cargos de compras de criptomonedas no autorizados», precisa el letrado.

Al igual que ya sucedió con otra víctima de estafa de la comarca de Ferrol, este fallo desestima las alegaciones del banco, que se amparaba en una supuesta negligencia del usuario de la banca. Sin embargo, el fallo recoge que esta persona actuó de forma diligente avisando a su entidad horas después de encontrar los cargos que no había realizado en su cuenta.

El fallo resalta la responsabilidad del banco, ya que advierte de su obligación de contar con una banca electrónica más segura. El estafador envió dos SMS al teléfono móvil de la demandante usando la misma cadena de mensajes que los utilizados por el banco.

Una compra en una tienda virtual con sede en Lituania 

La pesadilla para esta víctima de una ciberestafa comenzó a finales de septiembre del 2022, cuando se percató de que alguien con su «tarjeta había realizado una compra no autorizada en un comercio online llamado Verse, ubicado en Lituania, por importe de 5.750 euros».

Rápidamente, esta víctima llamó a la entidad bancaria para bloquear la tarjeta y solicitar la devolución de las cantidades. Sin embargo, ha tenido que contratar los servicios de un abogado para recuperar el dinero, ante la negativa de la entidad bancaria, que alegaba que la «demandante fue víctima de un caso de phishing y que fue ella quien cedió sus claves de seguridad a través de su teléfono móvil, incumpliendo los deberes de custodia». Un argumento que no le valió.