De Perú a Ferrolterra para emprender con dos hoteles: «Arriesgamos y nos salió bien»

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL

Roberto Rubio e Isabel Quispe, en el nuevo restaurante del Hotel Chips de Vilar do Colo
Roberto Rubio e Isabel Quispe, en el nuevo restaurante del Hotel Chips de Vilar do Colo César Toimil

Roberto e Isabel llevan las riendas del Chips de Narón desde el 2018. Y en el 2022 inauguraron el Chips de Fene, donde acaban de estrenar un restaurante con sabores gallegos y peruanos

03 nov 2023 . Actualizado a las 11:08 h.

Decidieron cambiar la tierra volcánica de Arequipa por el verde paisaje de Galicia en busca de una «mejor calidad de vida». Y cinco años después de haber cruzado el Atlántico y asentarse en Ferrolterra, no se arrepienten de aquella decisión. «Primero pensamos en establecernos en Barcelona, pero un amigo nos habló de la tranquilidad de esta comarca y decidimos venir a probar suerte. Al llegar, buscamos oportunidades de negocio, porque yo ante todo me considero un emprendedor. Y creo que no lo hemos hecho mal, porque en cinco años, y a pesar de las dificultades, conseguimos sacar adelante dos proyectos hoteleros. Arriesgamos y nos salió bien», comenta con satisfacción Roberto Rubio.

La aventura gallega de este emprendedor peruano comenzó en el año 2018, cuando él y su mujer, Isabel Quispe, decidieron reabrir y coger las riendas del Hotel Chips del polígono de A Gándara, en Narón, que llevaba un tiempo cerrado, tras arrendárselo por veinte años al Grupo A Capela. Cuatro años después, en el 2022, la pareja amplió su proyecto con la puesta en marcha del Hotel Chips de Fene, que abre sus puertas en un edificio del polígono Vilar do Colo alquilado al grupo Ortegal Oil por un período de 25 años. Y hace apenas una semana, el matrimonio dio un nuevo impulso a su negocio con la inauguración del restaurante del establecimiento de Fene, donde ofrecen un menú del día que incluye dos platos, postre, café y agua o vino por 12 euros. «Nuestra cocina es básicamente gallega, pero también tiene algunos toques peruanos. Ofrecemos cinco platos a elegir de primero y otros cinco de segundo, y entre esas diez propuestas, casi siempre hay dos típicos de Perú, como el ají de gallina, la causa limeña o el escabeche de pescado», explica Roberto Rubio.

El nuevo restaurante está enfocado sobre todo a los trabajadores del polígono empresarial, pero también a los peregrinos del Camino Inglés que pasan por la zona y a todos los clientes que se alojan en el hotel. «De momento nos sentimos satisfechos porque el restaurante ha tenido buena aceptación y en poco más de una semana ya estamos sirviendo unos cincuenta menús a diario, aunque yo creo que, a medida que nos conozca la gente, podremos llegar a servir unos 150, haciendo cuatro turnos entre las doce y media del mediodía y las cuatro de la tarde», dice con espíritu ambicioso Roberto Rubio.

Tan buena ha sido la acogida del menú del día del Chips de Fene que el matrimonio lo «replicará» a partir del próximo lunes en el Chips de A Gándara, donde también se puede comer a la carta, con una oferta en la que sobresalen las carnes a la brasa. «Además, todos los jueves ofrecemos un menú degustación de cocina peruana con nueve platos», apunta Rubio.

Tras cinco años en Galicia, la pareja ya casi se siente como en casa y aseguran que el secreto de su éxito radica en «trabajar mucho y ser honestos». «Al principio me decía a mí mismo, ¿pero qué haces tú aquí? Pero ahora ya no extraño tanto Perú, tengo amigos aquí y a mis hijos les gusta este país», dice con orgullo Roberto de sus tres vástagos, una chica y dos chicos, de los que dos ya están en la universidad, estudiando Arquitectura e Ingeniería Mecánica. Y mientras sus dos proyectos de Fene y Narón echan raíces y se consolidan, el matrimonio ya cavila en un nuevo desafío: «Estamos pensando en expandirnos y llevar también la explotación de un restaurante muy conocido de A Coruña», avanza ilusionado Roberto. 

«Lo más difícil ahora es encontrar personal»

Roberto Rubio tenía previsto abrir el restaurante del Chips de Fene cuando el hotel abrió sus puertas, en el 2022, pero el proyecto se fue demorando al carecer de una plantilla estable para atenderlo. «Lo más difícil ahora es encontrar personal», explica el empresario, que finalmente logró formar un equipo de cinco personas para llevar el restaurante del Chips de Fene. Además de ofrecer mesa y mantel, el establecimiento de Vilar do Colo también ofrece alojamiento con un total de 36 habitaciones, mientras que el Chips de A Gándara cuenta con 22 dormitorios.