La maravillosa «loucura» de acoger

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL

Daniel y Yolema tienen un hijo adolescente, Carlos, de 13 años, y desde hace cuatro años tienen acogidos a dos hermanos, una niña y un niño, que ahora tienen 13 y 6 años. Antes ya habían acogido a un bebé recién nacido durante quince meses.
Daniel y Yolema tienen un hijo adolescente, Carlos, de 13 años, y desde hace cuatro años tienen acogidos a dos hermanos, una niña y un niño, que ahora tienen 13 y 6 años. Antes ya habían acogido a un bebé recién nacido durante quince meses. CEDIDA

Cruz Roja busca familias dispuestas a ofrecer un hogar temporal a veinte menores de la provincia coruñesa, entre ellos siete grupos de hermanos

20 nov 2023 . Actualizado a las 17:06 h.

Este lunes, 20 de noviembre, se conmemora el Día Universal del Niño. Y con tal motivo, la Cruz Roja ha querido poner el foco en la campaña A marabillosa loucura de pensar co corazón, lanzada por la entidad en colaboración con la Xunta con el objetivo de ampliar la red de familias dispuestas a acoger de forma temporal a menores que por cualquier circunstancia se encuentran en situación de riesgo, desamparo o desprotección social. A través del programa Familias Acolledoras, de la administración autonómica, que gestiona la entidad, lo que se busca es ofrecer a estos niños un entorno cálido, familiar y estable, como una alternativa a su «institucionalización» en centros de menores.

Gracias a esta iniciativa, un total de 142 menores han sido acogidos a lo largo de este año en la provincia coruñesa —de los que 126 están actualmente en acogimiento—, pero todavía hay otros veinte que están a la espera de encontrar un hogar. Se trata de 11 niñas y 9 niños, entre los cuales hay siete grupos de hermanos, un perfil para el que resulta especialmente complicado encontrar familias de acogida, junto con los niños de más de ocho años o con discapacidad.

Aunque la provincia coruñesa cuenta con una red de familias acogedoras nada desdeñable, un total de 156, no todas están disponibles cuando se las llama o se ajustan al perfil del menor. Por eso siempre hacen falta familias dispuestas a colaborar.

Yolema y Daniel: «Esta experiencia nos ha cambiado la vida para mejor»

En el 2019, Yolema y Daniel, padres de Carlos, decidieron convertirse en una familia numerosa de un día para otro. A través del programa Familias Acolledoras, la pareja quiso abrir las puertas de su casa de Bergondo a dos hermanos, una niña y un niño, que ahora tienen 13 años y 6 años, para tenerlos en acogida. Y entonces comenzaron una vida en común que dura ya cuatro años y que ambos califican como «maravillosa».

Su experiencia con el programa de la Xunta y Cruz Roja había comenzado casi dos años antes, con la acogida de un bebé recién nacido que llegó a su casa para quedarse solo un mes y al final estuvo quince. «Yolema siempre sintió ese runrún de colaborar y de ayudar, y de hecho ya era voluntaria de Cruz Roja cuando entramos a formar parte de la red de familias acogedoras. Fue ella la que me arrastró, yo me dejé llevar... Y aquello me pareció una forma diferente, más cercana e intensa, de hacer voluntariado», rememora Daniel.

Tras casi un año y medio viéndolo crecer, llegó la hora de despedirse del bebé. «Aquello nos provocó una montaña rusa de emociones: por una parte estaba triste porque se iba, pero por otro lado me sentía feliz porque se marchaba con una familia adoptiva estupenda y dispuesta a darle todo su amor», relata Yolema. Este segundo sentimiento siempre pesó más en su balanza. Y por eso, aunque el adiós fue duro, ni ella ni Daniel dudaron en repetir la experiencia cuando, al cabo de dos meses, Cruz Roja los volvió a contactar para acoger a dos hermanos.

«Lo hablamos con nuestro hijo Carlos, él estuvo de acuerdo y la verdad es que tuvimos mucha suerte, porque desde el primer momento la integración fue muy sencilla y no en todos los casos resulta así», cuenta Daniel. Del pequeño destacan lo cariñoso que es con toda la familia y especialmente con Carlos, al que admira y ve como ese referente de «hermano mayor». Y de ella, el gran cambio que ha pegado a lo largo de estos cuatro años. «La niña llegó con mucho retraso en aspectos relacionados con el aprendizaje y el lenguaje y ha mejorado muchísimo», valora Yolema.

«¿Que si nos sentimos mejores personas por hacer esto? Pues no lo sé, pero al verlos evolucionar y crecer felices pienso que algo sí estaremos haciendo bien. Esta experiencia nos ha cambiado la vida a mejor y nos sentimos muy agradecidos, porque nosotros también recibimos mucho de ellos», añade. Eso sí, la pareja recalca que siempre hay que tener presente que el acogimiento no es lo mismo que una adopción y puede llegar a su fin en cualquier momento. «Es algo que tienes que tener claro y asumir desde el primer día», anota Daniel.

AIDA MOSQUERA

Nuevas sesiones el día 30 en A Coruña y Santiago para dar a conocer el programa

La Cruz Roja celebra una vez al mes sesiones informativas para explicar con detalle en qué consiste el programa de familias acogedoras y despejar las dudas que puedan tener los interesados. Según apunta Laura Cerviño, directora provincial de Infancia, Juventud y Mujer de la entidad, las dos próximas sesiones tendrán lugar el día 30 de noviembre en las asambleas de A Coruña (de 15.30 a 17.30 horas) y Santiago (de 16.00 a 18.00) y también se han fijado ya dos más para el día 19 de diciembre en la capital compostelana y para el 21 de ese mismo mes en la ciudad herculina.

Estas sesiones resultan muy útiles porque ayudan a tomar una decisión, sobre todo a los más indecisos. «Tras la asistencia, hay familias que ya tienen claro que no quieren seguir con el proceso y otras que deciden continuar», señala Cerviño.

Curso formativo

¿Cuáles son los siguientes pasos a dar para convertirse en familia acogedora? En primer lugar, los aspirantes deben asistir de forma obligatoria a un curso formativo de doce horas de duración. Y una vez obtenido el certificado de asistencia a ese curso, se remite toda la documentación a la Xunta y se inicia un proceso para valorar si la familia es apta o no para acoger a menores en situación de vulnerabilidad. «Esta valoración se realiza mediante tres entrevistas con la familia: una de ellas en su domicilio, para conocer el entorno que le ofrecerán al menor; otra de carácter psicológico; y una tercera y última que denominamos ‘devolutiva', en la que el equipo técnico de Cruz Roja comenta con la familia todos los aspectos que se han tocado a lo largo del proceso e incide en las cuestiones que considera más importantes», explica Laura Cerviño.

Una vez realizada la valoración, la decisión queda en manos de la Xunta, que es la encargada de emitir el certificado de idoneidad que posibilita la incorporación de esos candidatos a la red de familias acogedoras de Cruz Roja.