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De Ferrol a Marruecos en un Renault 5 para vivir una aventura y brindar ayuda

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL / LA VOZ

FERROL

Patxi Rey ya ha participado en más carreras de aventura, y para su pareja Patri Fraga será la primera
Patxi Rey ya ha participado en más carreras de aventura, y para su pareja Patri Fraga será la primera CEDIDA

Llevan cinco meses acondicionando su coche para participar en la carrera Chatarras Raid

25 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La pareja ferrolana que integran Patxi Rey y Patri Fraga lleva cinco meses trabajando a destajo en su garaje para cumplir un sueño. En un mes partirán hacia Marruecos para vivir la aventura de sus vidas, participar en la segunda edición de la Chatarras Raid Marruecos, una cita que congrega a más de doscientos participantes para completar un recorrido de unos 3.500 kilómetros y seis días desde Tánger hasta Marrakech. Él es comercial en el sector de la alimentación y ella trabaja en una empresa de protección de datos, pero el mundo del motor es su pasión. Por ello crearon el equipo Moranguiños Team. «Yo llevo más de veinte años corriendo en ralis y eslálones. Y con Patri empecé a correr ralis sociales, unas pruebas a vía abierta. Te ponen un recorrido con unos puntos de control y un tiempo. Y para participar nos pusimos el nombre Moranguiños, porque nos gustan mucho las moranguiñas, que son las caipiriñas de fresa», explica Patxi Rey.

Hasta el momento solo han participado en carreras por la comarca. Pero ahora se han liado la manta a la cabeza para participar en la cita por Marruecos, sobre todo, atraídos también por su tinte humanitario. «Llevamos alimentos, ropa, material escolar, juguetes... Después del terremoto en Marrakech es aún más importante la labor solidaria de este rali. Visitaremos varias entidades con las que colabora la carrera para hacer entrega del material y, además, a lo largo del recorrido las ambulancias de la prueba darán asistencia sanitaria por los pueblos a todas las personas que no disponen de medios para acceder a la atención médica», describen. Y agradecen la colaboración de la familia y los patrocinadores. «Estuvimos en casa de los abuelos haciendo limpieza de los juguetes de los niños para llevar. Nos han dado de todo, ¡yo no se dónde vamos a meter tantas cosas en el Renault 5!», bromea.

Pero, sobre todo, el rali es una prueba de aventura. «Vamos con brújula y mapa», señala. La prueba empezará el sábado 16 de marzo con la ceremonia de salida y verificaciones de los vehículos en Castellar de la Frontera (cerca de Algeciras). El domingo cruzarán el estrecho en ferri y ya irán con gps hasta la salida del primer tramo. El viernes por la noche llegarán a Marraquech. «La organización monta campamentos en el desierto, en el sitio al que toque llegar, con jaimas para cenar y desayunar. Nos ponen baños y duchas. Nosotros llevamos nuestra tienda de campaña con sacos para pasar la noche. Es una carrera dakariana a la antigua escuela», explica la pareja.

Agradecen el apoyo de amigos y patrocinadores, que siguen buscando, para poder cumplir su sueño —Salón Urban Ares, Dispesán Café, Mirada de Madrina, Desguaces Vilabella, Tenda do Ruliño, Servicios Integrales SP, Ink the feelings, Reformas BRU&SER, peluquería Lupe Rodríguez, Casalexo y Oasis Sol Ultramar—.

«Nuestro coche tiene 35 años y lo hemos hecho entero de arriba abajo»

La prueba en la que participa la pareja ferrolana, la Chatarras Raid Marruecos, tiene un requisito: los participantes deben correr en un coche que tenga más de quince años. «De hecho, cuanto más achatarrados estén, mejor», destacan. El de Patri y Patxi tiene 35. «Le habíamos comprado un kart a los niños pero se les hizo pequeño. Entonces decidimos buscar un coche pequeño para llevarles a circuitos y que probaran. Al final conseguí el Renault 5, que nos lo regaló un amigo que lo tenía en casa sin usar», recuerda Patxi. Reconoce que sus hijos «no le hicieron ni caso al coche». «Cuando Patri y yo decidimos ir al Chatarra Raid nos dimos cuenta que teníamos este y, ahora que están tan caros los de segunda mano, decidimos invertir el dinero en arreglarlo», explica.

Así que los preparativos de la cita les han obligado a convertirse en mecánicos. «Llevamos cinco meses metidos en el garaje todos los fines de semana. Muchos días hasta comemos un bocata aquí para seguir trabajando. Lo hicimos entero el coche, de arriba abajo. Es también lo bonito de participar. Patri hace un año no sabía ni cambiar una rueda y yo creo que ahora mismo hasta le cambiaría el motor ella sola de todo lo que hemos aprendido», bromea su pareja.

Participar en esta aventura no sería posible sin los patrocinadores que les brindan colaboración y el apoyo de su familia. «Los niños se ríen, pero los demás nos dicen que estamos locos», bromean. Solo queda ya pegarle al coche las pegatinas de Ferrol Mola y su makako y lanzarse a la carretera.