Arranca la temporada de bodas en la comarca de Ferrol: «Los novios quieren bodas más dinámicas, con aperitivos más largos y menos platos»

B. ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL

Los «showcooking», con elaboraciones en directo, triunfan en las bodas organizadas por Illas Gabeiras
Los «showcooking», con elaboraciones en directo, triunfan en las bodas organizadas por Illas Gabeiras cedida

Las preparaciones en directo ganan terreno en las celebraciones de los enlaces nupciales y los precios por cubierto van de los 120 a los 180 euros

23 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Mayo es el mes por excelencia de las comuniones, pero, a partir de junio y hasta finales de septiembre, las bodas afianzan su reinado en los establecimientos de la comarca especializados en la celebración de eventos. ¿Cómo se les presenta a estos salones de banquetes la nueva temporada de enlaces nupciales? Tras el «bum» de bodas que se registró en 2021 y sobre todo en el 2022 a causa del parón que trajo consigo el covid en el 2020, las cifras se estabilizaron en 2023, y en este 2024, a falta de datos oficiales del INE, los hosteleros perciben que el número de enlaces han disminuido ligeramente con respecto al año pasado. «En nuestro caso acogeremos un 10 % menos de bodas, pero aún así estamos muy satisfechos porque prácticamente todos los fines de semana de junio, julio, agosto y septiembre los tenemos llenos», apunta el empresario y cocinero Miguel Ángel Campos, que comanda el salón de banquetes Illas Gabeiras de Ferrol junto a Beatriz Sotelo, Ángel Porto y Xoán Carlos López.

Este hostelero percibe además que a raíz de la pandemia las bodas también son menos concurridas —«la media antes oscilaba entre las 150 y las 200 personas, mientas que ahora rondan las 120»— y apunta además otra tendencia al alza: la de alargar el aperitivo previo, tanto en tiempo como en cantidad de comida, y reducir en cambio los platos del banquete principal. «Nosotros ofrecemos las dos opciones: una más clásica con aperitivo y un menú que lleva dos mariscos, un pescado y una carne; y otro más moderno, que cada vez se pide más, que consiste en ofrecer un aperitivo que incluye showcookings con preparaciones en directo, y luego, ya sentados a la mesa, un menú de solo dos platos», explica Campos.

 
 
 
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Desde el Pazo de Libunca de Narón, la nueva responsable de eventos, Iris Montero, también confirma el tirón de esta nueva tendencia. «Los novios quieren bodas más dinámicas, menos protocolarias, y por eso cada vez es más frecuente que pidan aperitivos largos, porque así pueden estar más tiempo hablando con sus familiares y amigos, y menos platos ya sentados a la mesa», anota Montero.

Desde el pasado mes de enero, el Pazo Libunca gestiona directamente todas las bodas y otros grandes eventos que se celebran en sus instalaciones (antes su organización estaba en manos de Finca Montesqueiro), contando para ello con un equipo de cocina encabezado por Jonathan Barroso. «Estamos muy satisfechos, porque, a pesar de que el cambio en la gestión de eventos ha sido muy reciente, ya tenemos contratadas 16 bodas para este verano», explica el nuevo director del Pazo Libunca, Juan Pernas.

Una pareja de novios en el palacio de cristal de Casa Peizás
Una pareja de novios en el palacio de cristal de Casa Peizás

En Casa Peizás (A Capela), otro de los grandes referentes de la comarca en lo tocante a la celebración de bodas, también les espera un verano movido, aunque no tanto como los de hace años. «Trátase simplemente dunha cuestión demográfica. Hai menos vodas porque hai menos xente en edad de casar e as celebracións son menos concurridas porque as familias tamén son máis pequenas», apuntan desde Peizás, un restaurante que junto con el Hotel Fraga do Eume conforma un complejo dotado con tres salones de banquetes y diferentes espacios al aire libre para acoger ceremonias y cócteles de bienvenida. En este clásico de A Capela sigue teniendo cabida la «típica boda galega de toda a vida, con marisco, peixe e carne», pero también los enlaces más informales y distendidos tipo cóctel o «afterwork».

En cuanto a los mariscos, en las bodas de Casa Peizás triunfan sobre todo las cigalas y las vieiras, mientras que en Illas Gabeiras reinan las cigalas y los langostinos. «El bogavante ya no se incluye tanto en los menús de las bodas, porque con el brexit el de importanción ha subido mucho de precio», señala Miguel Ángel Campos.

En cuanto a las tarifas, tras la inflación los precios oscilan entre los 120 y los 180 euros por comensal.

Banquete en el Parador y cóctel en Herrera

Al no disponer de zonas verdes, hoteles urbanos como el Almirante, el Gran Hotel o el Parador no tienen tanto tirón entre los novios, pero, desde el año 2015, este último dispone de una fórmula para atraer a más parejas. A cambio del pago de una tasa municipal al Concello por ocupación de espacios públicos, el Parador puede organizar el cóctel y los aperitivos previos al banquete en los jardines de Herrera. «Esta temporada tendremos tres y una de ellas será con este formato», avanza el director, José Antonio Cedena