«La menopausia es como la adolescencia pero con una mochila, una etapa en la que aprendes a priorizarte como mujer»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

FERROL

La terapeuta Verónica Soliño y la farmacéutica Susana Oreona
La terapeuta Verónica Soliño y la farmacéutica Susana Oreona CESAR TOIMIL

La farmacéutica Susana Oreona y la terapeuta Verónica Soliño ayudan a afrontar esta época tanto física como emocionalmente, y cuentan sus experiencias en primera persona a través de charlas por Narón

15 nov 2024 . Actualizado a las 13:39 h.

Hasta la famosa actriz Drew Barrymore se echó a reír durante su programa de entrevistas al sufrir sofocos en directo. Todas las mujeres del planeta pasan, han pasado o pasarán por la menopausia al cumplir cierta edad. También la farmacéutica Susana Oreona y la terapeuta Verónica Soliño (de 54 y 50 años), que dan charlas en Narón para ayudar a las vecinas desde el punto de vista física y emocional. Y entre bromas pero con mucha profesionalidad cuentan sus experiencias: «La menopausia es como la adolescencia pero con una mochila, tenemos que saber que es una suerte pasar por esta etapa en la que aprendes a priorizarte como mujer». 

Susana Oreona, que también es nutricionista y gerente del centro de salud natural Bioreona, indica que «no hay dos menopausias iguales». Para concluir que se está pasando por esta fase «hay que llevar doce meses sin regla, pero toda la sintomatología es diferente». Reuniones como la que se celebra este sábado en la asociación vecinal Chafarís (calle Rosal, en O Alto, a las 11.00 horas) sirven para «ayudar a paliar los síntomas y a llevarlo entre todas con humor, ayudamos tanto en la alimentación como en la parte emocional».

Verónica Soliño, que como terapeuta transpersonal creó Honestamente.es, indica que «yo llegué aquí viviendo cambios físicos como el olor corporal y de estado de ánimo, desde el cabreo a otras emociones intensas». Admite que «esto es como volver a ser adolescente pero con una mochila de todas tus vivencias pasadas, depende de cómo hayas gestionado tu vida esa etapa la transitarás con calma o en un tornado». En su caso, «aún tengo la regla pero ya ando con todos los síntomas menos los sofocos, hasta piensas que te ruborizas porque hay alguien que te gusta pero es imposible porque ahora casi no tengo deseo sexual (risas)». Y Susana lleva cinco años con menopausia, «por eso quise ayudar porque mis dos primeros años fueron terribles, con pérdida de memoria, insomnio, sofocos y falta de ilusión». 

Esta farmacéutica y nutricionista indica otros cambios por los que se puede pasar en esta fase: un aumento de peso porque se disminuye el gasto metabólico diario, sofocos y sudoraciones, subida de colesterol y resistencia a la insulina, pérdidas de memoria, cambios en piel o cabello. Y en la perimenopausia, que se vive antes de la menopausia, los síntomas son los mismos menos la retirada de la regla. «Si no tienes información incluso puedes pasar por unos periplos médicos creyendo que estás enferma, porque ya se te acortan los ciclos o problemas de infección de orina, o sequedad vaginal», enumera Verónica. Por eso apuesta por «el autoconocimiento, de lo más bonito de estas reuniones es que se juntan mujeres perimenopáusicas, menopáusicas o que ya han pasado por eso». 

Recalca Susana que «las mayores de 70 nos dieron una lección de vida, porque ya dejaron atrás esa etapa y están perfectas, toda esa sintomatología va a desaparecer con una alimentación adecuada y ejercicio además de cuidado emocional». Con el aumento de la esperanza de vida, aún quedan muchos años por delante y «puedes tener menopausia a los 45 para después vivir hasta los 90, y estar felices». Estas mujeres de 70 «antes no se iban de la casa si estaba revuelta aunque hiciese sol, y ahora pasan de recoger la ropa con tal de ir a la playa».

Alimentación sana, ejercicio y cuidado emocional

Verónica, que además es especialista en adicciones, recalca que «en el camino también hay mucho sufrimiento, con gente con dolores o tratamiento para la depresión; y si llegas con traumas de heridas sin sanar tienes que buscar ayuda para tu equilibrio emocional». Hay que controlar el aumento de peso para evitar una subida de colesterol o glucosa, diabetes, o riesgo cardiovascular. En un estudio realizado en Narón, el 16 % de las mujeres con menopausia no tenía sintomatología, el 40 % era de sintomatología alta y el resto intermedia. A mayor peso, más sofocos, más cansancio y menos autoestima, con riesgo de depresión. 

¿Qué herramientas se pueden aportar desde el punto de vista físico? «Hay que incluir ejercicio de fuerza por la pérdida muscular, no vale con andar pero basta con hacer pesas en casa con un par de paquetes de arroz, o hacer fuerza con una pelota en los pies; lo ideal es tener una tabla personalizada con un fisioterapeuta o un entrenador», indica Susana. La alimentación debe excluir los tóxicos, sobre todo adiós al alcohol «porque además se convierte en grasa abdominal de manera inmediata». Hay que apostar por hidratos de carbono complejos y sobre todo integrales, más pescado y menos carnes, frutas y verduras con tres o cinco raciones diarias y de temporada, controlar los frutos secos, incluir lácteos. 

¿Y a nivel emocional? «Es muy importante el autoconocimiento para saber qué es lo que nos afecta, no es lo mismo pensar que no eres capaz a darte cuenta de que tienes capacidad», apunta Verónica. Ayuda diferenciar el hambre física del emocional y «quitar dramatismo a las historias, el sentido del humor es fundamental». A la menopausia se puede llegar siendo abuela como Susana, con niños pequeños como Verónica, con adolescentes o incluso en pleno nido vacío. En soledad o iniciando una nueva vida en pareja. 

Algunas mujeres viven la pérdida de la regla como «dejar de ser productiva y tener que buscar una misión en la vida, pero no podemos ser tan exigentes con nosotras, porque al final llegas a esta etapa agotada, con sensación de soledad y sin herramientas». Aunque ahora la menopausia ya no sea un tema tabú «seguro que nuestras abuelas también hablaban de eso, lo que pasa ahora es que tenemos más esperanza de vida y está más presente». La sintomatología puede ser mayor «debido a una vida más sedentaria y el cambio de alimentación, pero los círculos de mujeres para transmitir sabiduría siempre estuvieron ahí».

Con herramientas emocionales, ejercicio y alimentación sana «podemos llevarlo lo mejor posible e incluso con alegría, hasta en nuestra vida sexual porque otro de los síntomas es la pérdida de deseo ¡que hasta lo ves como un aburrimiento!», se ríe Verónica. Ellas se consideran «chicas mayores» que ayudan «a disfrutar de esta etapa de la vida, a ir a clase de yoga o a quedar con tus amigas para olvidarte del estrés». 

A Susana y Verónica les ayudó especialmente tejer esta red de mujeres, Susana aprovechó para estudiar la carrera de Nutrición y disfrutar más de su vida personal. Verónica sabe lo que es cambiar de vida, como cuando dejó la gerencia de un concesionario de coches para convertirse en terapeuta después de una grave crisis de salud: «Llego así a esta edad con herramientas emocionales». Como concluyen estas chicas, con la menopausia se puede lograr la «auténtica autonomía personal tras años haciendo lo que quieren los demás».