Cuando el chal rosa de la abuela se convierte en pieza de museo: «La moda también tiene valor sentimental»
FERROL
Universitarios de Ferrol montan una exposición con prendas rescatadas del baúl de los recuerdos de sus familiares: desde unos zapatos Balenciaga a una camisa confeccionada con seda regalada por la madre de Camilo José Cela
20 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Mavi Lezcano da clases de Historia del Arte y de la Moda en el grado de Xestión Industrial da Moda del Campus de Ferrol. Y este curso se le ocurrió encargar a su alumnado un trabajo muy especial. Nada más y nada menos que montar un desfile y una exposición sobre la moda del siglo XX anterior a los años 80, pero empleando para ello prendas rescatadas del «baúl de los recuerdos» de sus familiares, para imprimirle así una connotación sentimental, y elevándolas, además, a la categoría de piezas de museo.
«Hoy mucha gente ve la moda como denostado, porque lo considera como algo superficial o porque hay mucha ropa de usar y tirar, pero con esta exposición queríamos hacer ver que la moda no solo puede tener valor económico y artístico, sino que a veces también está fuertemente ligada a nuestra historia personal y tiene un valor sentimental», explica la profesora.
Cada estudiante debía seleccionar una prenda y acompañarla de una ficha técnica como las que se emplean en el Museo del Traje de Madrid, con detalles sobre su composición o año de fabricación —para contextualizarla así en la moda de cada época—, pero también con una breve reseña sobre su historia emocional, más intangible, para lo cual tuvieron que entrevistar a sus familiares, refrescar recuerdos y buscar viejas fotografías. «El resultado fue maravilloso y nos puso la carne de gallina», relata Mavi sobre la exposición efímera que acogió esta semanael Campus Industrial de Ferrol de la mano de este proyecto académico.
Entre las 57 prendas presentadas por los estudiantes (que también desfilaron con ellas y montaron una exposición paralela con fotos antiguas), se pudieron ver vestidos de novia de madres, abuelas o bisabuelas, una bata rociera confeccionada en los años 60 por una costurera gitana, una «sombrera» típica de Canarias de 1970 o un chal rosa fabricado en Los Andes y adquirido en el 69 en Melilla como regalo para la abuela de un estudiante.
Lúa Folse, alumna de Padrón, presentó una delicada blusa de seda azul que llamó la atención por su elegancia, pero también por su curiosa historia. «A miña bisavoa entrou a traballar con só 12 anos na casa da nai do escritor Camilo José Cela en Iria Flavia, e cando cumpriu 18 anos ela regaloulle un trozo de seda azul para que se fixese una blusa», cuenta sobre el origen de la pieza, confeccionada en 1920.
Bajo el título Pasado de moda (un nombre con doble sentido), en la exposición también se pudieron ver, por ejemplo, unos zapatos Balenciaga que le regalaron a la abuela de una alumna, emigrante en Londres, tras regresar a España muchos años después. O el capuz de la Semana Santa de los años 50 que presentó Lucía Prieto. «Era del padre de un miembro de la Cofradía de Dolores y como yo salgo en el tercio de la Virgen de la Piedad, para mí tiene un significado muy especial», comenta Lucía.
«Ha sido súper emocionante porque detrás de cada prenda hay una historia de amor, emigración o apego a las tradiciones y a la familia», resume Mavi Lezcano, que ya anuncia la digitalización de la muestra, para que todo el mundo la pueda disfrutar.