Piden un año de cárcel para una acusada de pagar con una tarjeta que no era suya más de 50 veces comida rápida a domicilio

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

Exterior del edificio de los juzgados de Ferrol.
Exterior del edificio de los juzgados de Ferrol. JOSE PARDO

También solicitó un crédito y gastó más de 1.260 euros en tres plataformas de reparto y una cadena de hamburguesas de la zona de Ferrolterra

11 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Una joven se enfrenta a una pena de cárcel de un año y a devolver al menos 1.260 euros por hacerse con datos de la tarjeta de otra mujer y usarla para hacer pedidos en tres plataformas de reparto de comida entre la primavera y el verano del 2020. El juicio se celebró esta semana en el Juzgado de lo Penal 2 de Ferrol y quedó visto para sentencia.

Hasta que la descubrieron la acusada encargaba comida sin reparos: así en Just Eat Spain realizó 32 cargos por un importe total de 555,33 euros entre el 18 de abril del 2020 y el 20 de julio del mismo año; a Globo pidió solo tres comidas en las que se gastó 72,40 euros entre el 29 de abril del 2020 y el 04 de mayo y a través de Uber compró platos por un importe total de 532,53 euros entre el 19 de mayo del 2020 y el 13 de agosto del 2020. También adquirió menús en una conocida cadena de hamburgueserías internacional, pero los investigadores de la Policía Nacional no han logrado que esta empresa les facilite datos de las transacciones.

La acusada actuó con cierto grado de ingenuidad, ya que en todas las compras de comida daba todos sus datos reales y ponía como entrega su domicilio de Narón. Los agentes pudieron acceder a su teléfono, su correo electrónico y verificar que todos los pedidos llegaban a su casa.

Disposición de 100 euros

El único cargo que se realizó y que no tenía nada que ver con compras a establecimientos de comida rápida tuvo lugar el 8 de junio del 2020, cuando solicitó un crédito de cien euros a una entidad de préstamos inmediatos. Ese dinero se ingresó en la cuenta de la acusada y se cobró en tres recibos (uno de 20 y dos de 40 euros) en la tarjeta. Precisamente maniobra supuso otra prueba más del uso de una tarjeta ajena. El escrito de acusación detalla que los hechos son constitutivos de un delito de estafa, porque suponen el uso fraudulento de tarjeta de crédito. En consecuencia, piden para la acusada una pena de doce meses de prisión con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena que marca el Código Penal.

Solo se utilizaron los datos, no la tarjeta física

Una de las claves de este caso, que quedó visto para sentencia, es que la acusada no usó la tarjeta física, solo los datos numéricos. Los memorizó en las aplicaciones de solicitud de comida y le sirvieron para tener crédito desde abril a agosto del 2020. La joven tiene antecedentes, aunque no computables para este caso.

Respecto a la responsabilidad civil derivada de este delito, la Fiscalía solicita que la encausada indemnice a la propietaria de la tarjeta en la cantidad de 1.260,26 euros, solo una parte de lo que se gastó, ya que los cargos efectuados en la cadena de hamburgueserías no se pueden averiguar. El fiscal aclara que «ante la falta de datos no remitidos por la entidad se interesa el sobreseimiento provisional». En cuanto al resto de gastos, tendrán que devolverse aplicando los intereses correspondientes.