
Los administradores de fincas constatan un aumento de ocupaciones de inquilinos
28 feb 2025 . Actualizado a las 23:05 h.La directiva del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, encabezada por Teresa Suárez Agrasar, escuchó este viernes a los colegiados de la comarca de Ferrol para conocer sus preocupaciones. ¿Qué quejas les trasladaron los que gestionan las comunidades de propietarios de la zona? «La tardanza en conseguir licencias municipales, entre un año y año y medio, para obras de accesibilidad», empezó a enumerar Agrasar.
Pero, sobre todo, los administradores constatan una incidencia en aumento: las inquiokupaciones. «Son inquilinos a los que se les acaba el contrato o que dejan de pagar el alquiler y no se van, no los puedes echar porque resulta que los desahucios están limitados [...] y mientras no se les busca una solución habitacional los tienes que tener tú en tu casa gratis», denuncia la presidenta del colegio.
Ana Prego, vocal ferrolana en la directiva gallega, añade que «hay bastantes incidencias en la zona de Caranza, tanto de inquiokupas como de okupas». De hecho, revela la aparición de un nuevo fenómeno: «Hay una lista de okupas, sale uno y entra otro en el piso».

Prego aclara que hay un caso concreto de una vivienda okupada por inquilinos que «ya se iban a ir, y me enteré de que había una lista y de que había otros preparados para entrar». La vocal del colegio destaca que algunos propietarios incluso prefieren que se queden los que están «porque no dan la lata» antes de que «te puedan venir otros que te generen más problemas».
Suárez Agrasar abunda en que «hay asociaciones de okupas que se pasan de unos a otros las viviendas que van quedando libres», tanto en Ferrol como en otras ciudades gallegas.
Ana Prego circunscribe ese problema a ese barrio ferrolano, pues en el centro «hay bastante movimiento, se está vendiendo bastante». Entre los compradores, «mucho fondo de inversión que se está haciendo con bloques completos para rehabilitarlos con destino al alquiler tradicional».
La presidenta del Colegio de Administradores de Fincas considera que «no hay voluntad por parte de la Administración de eliminar la okupación».
«En el centro de Ferrol hay mucho fondo de inversión que se está haciendo con bloques completos para rehabilitarlos con destino al alquiler tradicional»
Teresa Suárez lamenta que «los administradores de fincas no podemos hacer nada» cuando un piso es okupado. Y el propietario, «denunciar y a esperar a que la Administración le encuentre una solución a esa persona». La presidenta del colegio recuerda que, «dependiendo del tipo de vulnerabilidad del arrendatario, de si el propietario tiene una o cinco viviendas, de si hay menores, el procedimiento [para que el propietario recupere la vivienda] se puede alargar en el tiempo sine die» y que, «en muchos casos, para que quede liberada hay que pagarles para que se vayan».
Agrasar denuncia la existencia de una «inseguridad jurídica enorme para los propietarios y esa es una de las razones por la que la mayoría no ponen su vivienda en alquiler». Esa es, para el colegio, la causa fundamental de los precios elevados: «Tenemos un problema de vivienda porque se ha hecho una ley que va en contra del propietario y también del inquilino, porque si no hay oferta, se disparan las rentas», añade Teresa Suárez.

Los administradores de fincas proponen cambiar la Ley de Vivienda. Tampoco ven con buenos ojos la declaración de zonas tensionadas (que tramitan A Coruña o Santiago): «Va a empeorar la situación, no solo en esa zona residencial tensionada, también en las limítrofes porque la oferta se va a desplazar a ellas y va a hacer que el alquiler suba».
Otro reto de las comunidades de propietarios son las viviendas de uso turístico. De hecho, ya pueden decidir si las permiten o no. Ana Prego avanza que hay dos edificios, en la calle Magdalena, que ya han votado en contra: «No había nadie ejerciendo la actividad, pero son gente muy mayor que decidió ser previsora», aclara. Esos acuerdos no son inamovibles y otra junta de propietarios puede revocar la decisión anterior.
«La gente mayor no puede estar en las juntas sentada en las escaleras»
Teresa Suárez Agrasar lamenta que «las obligaciones que tienen las comunidades son cada vez mayores, tanto de tipo fiscal, como de normativa de ascensores o de eficiencia energética». Continúa explicando que «todos estos requisitos implican un esfuerzo de trabajo mucho mayor y, si a esto le añadimos, que nos van a reducir la jornada laboral y que tenemos que hacerlo coincidir con que la mayoría de las reuniones, por costumbre, no por ley, se están haciendo fuera del horario laboral, para nosotros supone un colapso importante porque no podemos contar con el auxilio de nuestro personal».
Los administradores de fincas tienen en marcha una iniciativa de conciliación de la vida laboral y familiar para «intentar poner las reuniones dentro de horarios laborales y en sitios adecuados». La presidenta del colegio en Galicia recuerda que las juntas de propietarios, tradicionalmente, se hacen a última hora de la tarde y en el portal: «La gente mayor no puede estar sentada en las escaleras de un portal». Esa situación es, «además de antiprofesional, cada vez más complicada porque, como todas las empresas, tenemos problemas para conseguir personal, que, además, tienen que estar en reuniones que acaban a las diez, a las once o a las doce de la noche».
A partir del 3 de abril, las juntas podrán ser híbridas, es decir, presenciales y telemática para aquellos propietarios que no puedan acudir. Además, «tiene que haber un acuerdo previo de la comunidad que lo autorice».
Los administradores de fincas asumirán ahora una nueva tarea: emitir certificados de autorización de las viviendas de uso turístico, una «carga de trabajo adicional, que tendremos que cobrar a mayores», avanza Agrasar.