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La PAU en Ferrol: «El examen no me pareció ni fácil ni difícil, pero sí muy largo»

FERROL

Repasos de última hora este martes en la Politécnica de Ferrol
Repasos de última hora este martes en la Politécnica de Ferrol JOSE PARDO

Casi ochocientos estudiantes se juegan su futuro en las pruebas de la selectividad que se celebran hasta el jueves en cuatro centros del campus

03 jun 2025 . Actualizado a las 18:16 h.

A las ocho y media de la mañana de este martes, la avenida de Esteiro volvió a ser escenario de los habituales atascos que se suelen formar en esta vía cuando toca inaugurar las temidas pruebas de selectividad, que este año estrenan nuevo modelo de examen (con más preguntas analíticas y menos optatividad) y cambian además de nombre. La denominada Prueba de Acceso a la Universidad (la PAU, antes ABAU), comenzaba a las diez de la mañana en cuatro centros del campus de Ferrol con casi 800 estudiantes matriculados (exactamente 795, según la UDC). Y a la una del mediodía, tras los dos primeros exámenes de la mañana (Lengua Castellana y Literatura e Historia de España o Historia de la Filosofía, según la opción elegida), los nervios de primera hora daban paso a un ambiente muchos más tranquilo relajado.

A las puertas de la Facultad de Humanidades, Nicolás Bulik, del IES As Telleiras de Narón, exhibe una sonrisa de satisfacción: «Para todo el miedo que nos metieron, no me pareció ni tan exigente ni tan severo. Si has llevado bien los dos cursos de bachillerato, es un examen asequible», dice este estudiante, que en el examen de literatura se decantó por Valle Inclán en vez de por Almudena Grandes y optó por analizar Crónica de una muerte anunciada de García Márquez en lugar del Romancero gitano de García Lorca.

Nicolás tiene claro que quiere estudiar Ciencias Políticas, mientras su compañero Joel Castro ya casi está decidido a matricularse en Sociología si aprueba la PAU, aunque también le seduce Periodismo. Como a Nicolás, no le pareció que el examen fuera demasiado complicado, pero sí «muy largo», sobre todo el de Lengua Castellana y Literatura. «En mi opinión, habría que eliminar uno de los tres comentarios (el crítico y los de dos de las preguntas de literatura), porque así no da tiempo a todo», advierte mientras su profesora lo escucha atentamente. «Básicamente, lo que ha cambiado este año es que antes, con la ABAU, se podía dejar sin hacer alguna de las tres partes del examen (gramática, literatura y comentario crítico y de léxico), mientras que ahora, con la PAU, hay que hacer los tres apartados obligatoriamente, aunque en alguno de ellos se ofrezcan opciones», explica la docente del IES As Telleiras.

Estudiantes que se examinan de la PAU en la Facultad de Humanidades
Estudiantes que se examinan de la PAU en la Facultad de Humanidades JOSE PARDO

María González, del Tirso de Molina, coincide al cien por cien con Nicolás y Joel. «¿Que qué me pareció el examen de la PAU hasta ahora? Pues ni fácil ni difícil, pero sí muy largo», comenta nada más salir de la Escola Politécnica de Enxeñería de Ferrol (EPEF). Si consigue la ansiada papeleta de aprobado, prevé estudiar Relaciones Laborales, aunque no es nada «vocacional», pero al menos sí le parece un grado «muy completo y con bastantes salidas profesionales».

Mucho más claro lo tiene su amiga Elena Gallego, que persigue un sueño muy concreto: estudiar Criminología en Santiago o en Salamanca para ingresar como inspectora en el Cuerpo Nacional de Policía. «Mi padre fue policía, y aunque él no quería que yo me dedicase a esto, creo que estaría muy orgulloso si pudiese verme vistiendo el uniforme algún día. Es mi manera de honrarlo», comenta emocionada.

Como ella, otros muchos jóvenes se juegan su futuro estos días en las pruebas de la PAU, que finalizarán este jueves tras un año «complicado» y con mucha «presión». «Estoy deseando que se termine ya, porque llegamos al fin de curso muy agotadas y cansadas», confiesa Elena, quien, como su amiga María, ya anhela la recompensa a tanta dedicación y esfuerzo. En primer lugar, por supuesto, aprobar la selectividad y lograr la nota necesaria para entrar en la carrera de sus sueños. Pero, además, descansar mucho y viajar durante el verano que se les avecina antes de debutar en las aulas universitarias. «A principios de julio nos marchamos todas las amigas juntas de viaje a Malta», comentan las dos ilusionadas.

Boli azul o negro y ni reloj ni firmas o garabatos

De los 795 alumnos matriculados en la PAU en Ferrol, 21 tienen necesidades educativas especiales. La EPEF, Diseño Industrial, Humanidades y Ciencias do Traballo acogen las pruebas. Y las normas siguen siendo las mismas, entre ellas usar boli azul o negro, no entrar en el aula con reloj o teléfono móvil y tampoco está permitido firmar el examen, poner el nombre o hacer garabatos que puedan identificar al alumno.