El aresano organiza el torneo Virxe da Mercé y juega en la liga de Ferrolterra
21 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las modas siempre vuelven y el mundo de los juegos no iba a ser la excepción. Es el caso de la llave, un juego tradicional gallego que en los últimos años no ha dejado de ganar adeptos. Juan Rodríguez es un aficionado a este particular deporte que desde hace doce años, junto a los demás miembros del Centro Cultural Outeiro, organiza el Torneo da chave Virxe da Mercé (que se está celebrando estos días), además de jugar la liga comarcal de Ferrolterra.
-¿Aunque vuelve a ser un juego bastante popular, muchos continúan desconociéndolo, ¿podría explicar en qué consiste?
-Pues el juego es muy sencillo, consiste en lanzar unos discos a los que llamamos pellos sobre unas llaves, con dos palas, una arriba y otra abajo. El objetivo es dar con los pellos en la llave todas las veces que sea posible. Y además para que cuente, las palas tienen que dar al menos una vuelta entera. Cada equipo está formado por cinco jugadores, aunque sólo tres pueden estar en el campo y hay un juez que se encarga de controlar todas la jugadas.
-¿Es necesario estar muy en forma para jugar a la llave?
-No, en absoluto, aunque darle a la llave no es fácil. Lo importante es tener buena puntería y no quedarnos ni muy largos ni muy cortos en nuestros tiros.
-¿Es muy diferente la forma de jugar en Ferrolterra con respecto al resto de sitios de Galicia?
- Sí, en Galicia hay varias variantes: la de A Coruña, la de Ourense, la de Santiago y Rías Baixas, y la de Ferrolterra. Cada una tiene sus particularidades, pero para mi gusto la nuestra es la más bonita y también la más difícil, porque la pala tiene que girar por completo para poder puntuar.
-¿Por qué pasó de moda este juego en su momento?
-Pues en los 80 estaba muy de moda, de hecho, nosotros organizamos durante cuatro años un campeonato en verano, pero la gente mayor, que era la que más jugaba, empezó a dejarlo y además, por aquel entonces, había muy pocos que estuvieran dispuestos a organizar partidas. Todo esto provocó que entre finales de los 80 y principios de los 90 el juego estuviese muy abandonado.
-Pero no llegó a morir?
-No, y ahora vive una buena época, por lo menos en nuestra comarca. Cuando decidimos hacer la liga comarcal alucinamos con la gente joven que se había apuntado. Ahora mismo hay tres categorías, con un total de 31 equipos. Hay muchos bares que han creado su propio equipo, ya son más estos que los de las asociaciones.
-¿Y los campeonatos veraniegos tienen tanto éxito como la liga comarcal?
-Sí, tienen una acogida muy buena la verdad. El año pasado participaron 12 equipos que es lo máximo permitido, porque de otra forma se alarga demasiado tiempo el campeonato. Este año tenemos nueve equipos, que aunque no son tanto, tampoco está mal.