El Concello desatiende su obligación de controlar las colonias de gatos callejeros

CHEMA CORRAL FERROL / LA VOZ

ARES

JOSÉ PARDO

Una protectora se brinda al gobierno para comenzar a actuar en las comunas felinas

15 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Gatos merodeando en busca de comida. La imagen se repite en muchos puntos de la ciudad. A pesar de que es una de las medidas que recoge la ordenanza de protección animal, Ferrol se ha desentendido hasta ahora del control de los cientos de gatos callejeros que ocupan solares e inmuebles abandonados. Animales que, en algunos puntos del municipio, generan no pocas molestias vecinales. Una protectora acaba de brindarse al Concello para poner en marcha un proyecto piloto que permita actuar sobre estas comunas felinas similar al que está funcionando en Ares.

Se trataría, según lo establecido por la normativa local, de controlar esas colonias de gatos mediante el método de captura, esterilización y suelta de estos felinos. Un sistema extendido que permitiría controlar las enfermedades contagiosas de los mininos, permitiendo hacer frente a problemas de salud pública y, sobre todo, evitar que se reproduzcan de forma descontrolada.

No hay un registro oficial, pero se calcula que entre la zona urbana y la rural, podrían sumar unas 40 comunas de gatos, con una población que oscila entre los 10 y los 20 individuos cada una. O Bertón, El Montón, la avenida de la Paz en el Ensanche A, Ultramar, Canido, o los bajos de Armas son solo algunos de los puntos de un hipotético mapa de colonias.

Los voluntarios de El hogar de Wilbur -como explica su presidenta, Mar Vilariño- se ocuparían no solo de elaborar un censo, sino que asumirían las tareas de captura y traslado de los animales al centro veterinario para proceder a desparasitación y esterilización y, tras unos días de postoperatorio, devolverlos a la comuna. «Todo a coste cero». El Concello tendría que afrontar, obviamente, el coste de las castraciones (unos 60 euros por individuo, apuntan).

El proyecto no solo estabilizaría la población de gatos libres sino que además mejoraría el bienestar de los animales y los vecinos que a diario conviven con ellos, porque al estar esterilizados desaparecen las camadas y se reducirían las peleas, los marcajes de la zona o los molestos maullidos.

Pendientes de respuesta

La pelota está ahora en el tejado del gobierno local. «Es una cuestión de voluntad política, porque se puede avanzar poco a poco», señala Vilariño. La entidad mantuvo la pasada semana una reunión con Jorge Suárez, que se mostró receptivo ante la propuesta, comprometiéndose a contactar de nuevo con la protectora para comunicar su decisión. De momento, no ha habido respuesta..

Ares impulsa una campaña para frenar su proliferación 

Ares se ha tomado en serio el problema y ha diseñado un proyecto para dar respuesta a las quejas vecinales por la proliferación de gatos. Protección Civil pilota la campaña y se ocupa de la colocación de trampas -contenedores tuneados, como apunta el coordinador del equipo, Carlos Rivera- para la captura. El Concello sufraga hasta 45 castraciones al año. Además se coloraron dispensadores de pienso y agua en las 7 colonias para evitar que se les dé de comer en cualquier parte.