Gonzalo Alonso Abella, creador de contenidos: «¿Qué sentido tiene contar con miles de seguidores en redes sociales si no son reales?»
AS PONTES
Este pontés asentado en Madrid trabaja para todo tipo de empresas, negocios, servicios y marcas
02 ene 2025 . Actualizado a las 13:29 h.Este año cumple diez como autónomo, trabajando de creador de contenidos y «currante» de redes sociales «para empresas, negocios, servicios y marcas de todos los tamaños». Gonzalo Alonso Abella (As Pontes, 1979), licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas, también es formador en comunicación digital y redes sociales para empresas y para la Administración. Y colaborador de Radio Voz (los lunes, a las 11.10, en el espacio El Recreo). Vive en Madrid desde hace dos décadas, sin perder el acento —«comemos a menudo con platos de Sargadelos, hago la empanada como la hace mi madre, y en enero me llevaré la costilla y el unto para hacer el caldo»—; y durante la pandemia le contó a diario la situación a su abuela de Cariño, a través de Facebook. Sobre él, apunta: «Me gusta escribir y contar historias, también me gusta la política y no me gustan las discusiones. Me siento mucho más cómodo con la realidad que con la fantasía. Escucho la radio desde las 6 de la mañana». Y añade: «En Galicia cada vez nos vendemos más y mejor, y si antes éramos conocidos por el marisco, ahora lo somos por Zara».
—¿Cómo aprovecha el poder de las redes una tienda de barrio?
—Las redes sociales son el escaparate perfecto para nuestro producto o servicio tanto en la venta presencial, como en la venta online. A veces olvidamos que nacieron con el objetivo de poner en contacto a unas personas con otras, formar comunidades con intereses comunes en torno a un tema, gustos o preferencias. El principal error de los negocios es utilizarlas para vender en lugar de para comunicar, conversar y visibilizar. Lanzar la imagen del producto, dejarla colgada y esperar no tiene sentido. A los dos meses se cansan y te dicen: «Es que yo no vendo nada». En las redes hay que generar la necesidad para tu producto, hay que buscar dónde está el público que te interesa, conversar, participar de los contenidos de otros y ser generosos y agradecidos.
—¿Por qué invertir en redes?
—Cuando queremos reservar en un sitio para comer que no conocemos vamos a las redes para ver imágenes y leer comentarios y opiniones. Lo mismo cuando estamos buscando referencias para un viaje, un alojamiento, una prenda, un curso o una clínica. Toda la información está en las redes, de cualquier actividad y sector. Si te van a buscar y no estás, estás perdido. Ahora mismo si quieres existir, tienes que invertir en presencia digital.
—¿Es viable contratar un servicio como el suyo para una pyme?
—El coste lo marca el cliente, es el que decide lo que quiere invertir. Yo prefiero escuchar primero, que me cuenten las necesidades, lo que les gustaría hacer o cómo les gustaría tener su presencia digital, y a partir de ahí decidimos. No es lo mismo tener presencia en una red social que en tres, generar cuatro contenidos al mes que doce. A veces con cuatro bien cuidados es suficiente, otras veces son necesarios más. Trabajamos tres ámbitos: la presencia o estética, la visibilidad y la interactividad o comunidad. La interactividad es importante. Publicar un contenido y dejarlo no sirve para nada. Es importante dedicar un ratito diario a estar en la red, ver qué hacen otros, comentar lo de otros, el vecino, el amigo o el compañero. Participar de otras páginas y perfiles. Requiere tiempo, que va en función del dinero, pero con una pequeña inversión se puede tener una presencia curiosa.
—¿Hay prisa en ver resultados?
—¿Cuáles son los resultados que buscamos? Esta sería la primera pregunta que deberíamos de hacernos. Si lo que queremos es incrementar las ventas en un mes, ya les digo directamente que con las redes no lo van a conseguir. ¿Qué resultados tenemos que medir? La visibilidad, que valoramos con el número de seguidores reales, los likes, los comentarios, las veces que nos comparten, el alcance que logramos, los mensajes que nos mandan. Si nuestros contenidos no funcionan, no despiertan interés, no gustan y no se habla de ellos, tendremos que cambiarlos, la comunicación no es una ciencia exacta.
—¿Y el anonimato? ¿Debería exigirse un certificado digital?
—El anonimato en las redes no tiene sentido desde el momento en que su objetivo principal son las relaciones sociales. Cuando intentaron convertir las redes en un mercado de compraventa, los perfiles falsos y anónimos se multiplicaron por mil. ¿Para qué sirvió eso? Para nada. ¿Qué sentido tiene contar cientos de miles de seguidores si no son reales, no interactúan, no participan, no les interesamos...? Veo en Instagram cientos de páginas con miles de seguidores y sin apenas interactividad en sus publicaciones. Eso no sirve para nada. Y, por otra parte, proliferaron los perfiles anónimos para insultar, meterse con políticos, medios y personajes públicos. Esto cada vez está más controlado y lo estará más aún. Ocultarse detrás de las pantallas para hacer daño es fácil pero cada vez va a estar más vigilado y penalizado. La autentificación a través del teléfono y el DNI será cada vez más frecuente, por seguridad, es beneficioso para todos.
—¿Qué debe preocuparnos de las redes? ¿Qué peligros hay?
—Preocuparnos, nada; deberíamos ocuparnos. A medida que el número de plataformas crece y su uso se incrementa, los engaños y las estafas se multiplican. Ocuparnos en educar a los más jóvenes en el buen uso, y sobre todo en educar a profesores y padres para formar en el buen uso de las redes y enseñar a obtener beneficio y provecho de las mismas. Diferenciar si un comentario o una crítica está hecho desde un perfil real o no, saber cuándo un enlace es correcto o es una estafa. Acostumbrarnos a comprobar la veracidad antes de clicar cualquier enlace. Educarnos a no compartir cualquier información sin contrastar y sin asegurarnos de su veracidad. Incluso aprender a leer en redes. La cantidad de contenidos a los que diariamente nos enfrentamos es infinita, saber cómo leerlos, interpretarlos e incluso tener una rutina de redes que revisar. Estamos acostumbrados a leer en los medios todo tipo de información negativa acerca de las redes y el entorno digital: robos, suplantaciones, amores falsos... Pero toda la parte positiva, ¿cuándo la contamos o dónde la dejamos?
—¿Cómo se puede salvar la brecha generacional?
—Es inevitable, pero cada vez será menor. Y tiene su punto positivo. Cuántos hijos y nietos enseñan a sus abuelos a utilizar las redes o los teléfonos móviles. Se está viendo un acercamiento entre generaciones. Los ayuntamientos también están haciendo un esfuerzo por ayudar a los más mayores a adentrarse en el mundo digital, enseñándoles a conectarse y a participar; a través de Facebook se enteran de lo que ocurre en su pueblo, la política local, eventos o la vida de unos y otros. Es, muchas veces, un entretenimiento para ellos.