Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Los Carpente, la saga de hosteleros surgida de un chiringuito de la playa de Cabanas hace ya 57 años

ANA F. CUBA CABANAS / LA VOZ

CABANAS

Francisco, el más joven de los hermanos Carpente Cabana, delante de la brasería Labora, bautizada así por su padre, conocido como Pepe O Labora
Francisco, el más joven de los hermanos Carpente Cabana, delante de la brasería Labora, bautizada así por su padre, conocido como Pepe O Labora CESAR TOIMIL

Esta familia regenta varios negocios a ambos lados del puente

28 may 2024 . Actualizado a las 17:16 h.

José Carpente López y su mujer, Francisca Cabana Fonte, ambos eumeses, fundaron en 1966 O Chiringuito, en la playa de Cabanas. José compaginó aquella actividad estacional con un trabajo en Astano, hasta que un accidente le provocó una incapacidad total y traspasó la concesión, que entonces era municipal, a sus cuatro hijos. Los dos mayores, Pepe y Moncho, ya se han jubilado y ahora está en manos de Juan Carlos, el tercero, y Francisco, el benjamín.

«Montaron el chiringuito dos años antes de nacer yo; nosotros vivíamos en unas habitaciones que había detrás, una para mis padres y otra para los cuatro hermanos, en dos literas. Estábamos en la misma playa... ser un niño y vivir en la playa, todo el día jugando, con comida y helados... recuerdo una infancia fantástica», evoca Francisco. El cambio de titulares se produjo «en el 86 o el 87», y en 1988, el más pequeño de la saga abrió un disco-pub en Pontedeume, Vía Pública.

Aquel local funcionó durante 18 años, «los más potentes, cuando empezó el Coliseo, también en Pontedeume, y A este lado de la carretera, en la parte de Cabanas. Pontedeume era un hervidero de gente de Ares, Mugardos, Miño... una locura, con establecimientos de todo tipo, ahora solo quedan la discoteca Coliseo y la sala Guion, y un bar de copas, el Freixo, en la plaza do Pan, de mi cuñado [por parte de su mujer]».

Cuando vio que entre «la gente que iba a tomar copas» al Vía Pública había «más hijos de amigos que amigos», optó por cerrar, y puso en marcha La Solana. «Era una cafetería con sala de juegos de un antiguo vecino de negocio de mis padres, Julio, y cuando se jubiló la cogimos y la convertimos en un restaurante con terraza y dos comedores», relata Francisco. Hace ya más de 22 años. Con la pandemia surgió otra oportunidad: «Miguel, que tenía el mesón de Cabanas, se jubiló, también nos ofreció condiciones favorables, y montamos una brasería, Labora».

En La Solana miman los pescados y los arroces; en O Chiringuito, las sardinas, las tortillas, las meigas o las ensaladas; y en el Labora, lo que les faltaba, «un restaurante exclusivo de verduras y carnes a la brasa». Francisco y Juan Carlos, hijos de Pepe O Labora (de ahí el nombre de la brasería) y de Paca A Toura, gestionan los tres negocios.

O Chiringuito, por el que toda la familia siente especial cariño, abre en verano —están acabando las obras de remodelación (para ganar en estética y comodidad) y pronto volverá a servir ensaladilla, milanesa, croquetas, carne asada, parrochitas, merluza a la romana... el menú que heredaron de sus padres, fallecidos—; La Solana funciona todo el año, salvo los lunes, y en invierno cierra tras las comidas, excepto viernes y sábado; y Labora abre para comidas y cenas (en invierno, solo de jueves a domingo). Sara Carpente, hija de Juan Carlos, representa a la tercera generación de esta familia de hosteleros, como encargada de Albatros, una pensión con encanto del casco viejo eumés erigida por su tío Francisco. Ella gestiona, además, el pub Little Vía Pública, otro guiño a los Carpente.

Francisco elogia al personal de sus negocios —«unos empleados maravillosos, alguno lleva veinte años con nosotros, somos unos privilegiados»— y advierte de la dificultad para encontrar refuerzos. Da las gracias a su clientela —«por elegirnos entre tanta oferta»—, a la estacional y, sobre todo, «a la de cercanía, a los vecinos». Y ensalza el oficio: «El invierno es más relajado, hay que aprender a vivir en función del calendario; me gusta porque me relaciono con gente, haces amistades y te abre puertas».

Defiende «una hostelería cada vez mejor, con más calidad de vida para los trabajadores», y en la estela de Pepe y Paca: «Intentamos ser fieles a lo que nos enseñaron, ser honrados y que la gente se sienta bien tratada».