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Adrián Fernández, hijo de Elisa Abruñedo: «Soñé muchas veces con mi madre, con que intentaba decirme quién la había matado»

F. Fernández FERROL

CABANAS

En el 2023, coincidiendo con la detención Roger Serafín Rodríguez, Adrián Fernández, hijo de Elisa, concedía una entrevista a La Voz.
En el 2023, coincidiendo con la detención Roger Serafín Rodríguez, Adrián Fernández, hijo de Elisa, concedía una entrevista a La Voz. JOSE PARDO

El primogénito de la mujer asesinada en Cabanas en el 2013 cumple 35 años el 31 de octubre: la detención del presunto asesino es para él «el mejor regalo de cumpleaños de la Guardia Civil»

19 oct 2023 . Actualizado a las 20:57 h.

Adrián Fernández Abruñedo cumplirá 35 años el próximo día 31. La detención de Roger Serafín Rodríguez, el acusado de asesinar a su madre, Elisa Abruñedo, es «el mejor regalo de cumpleaños de la Guardia Civil», reconoce.

Adrián tiene la voz serena y tranquila al otro lado del teléfono. El importante avance en la resolución del crimen que conmocionó el concello coruñés de Cabanas en el 2013 «lo estoy asimilando demasiado bien, estoy sin emociones, tranquilo». Pero admite que, si la detención y confesión del supuesto criminal «hubiera sido hace años, lo tendrían que proteger muy bien porque no iba a reaccionar igual. Pero tengo que pensar en que tengo una familia y una niña pequeña».

Adrián y su hermano pequeño, Álvaro, de 30 años, llevan diez años de sufrimiento. Aunque el hijo mayor de Elisa dice que nunca perdió la esperanza de encontrar al asesino: «Yo sabía que la Guardia Civil estaba encima, que estaba trabajando, pero es un trabajo muy lento, que lleva mucho tiempo. Sabía que tarde o temprano tenía que caer alguien». 

Los hermanos Fernández Abruñedo no solo tuvieron que soportar la pérdida de su madre de ese modo tan dramático: «No empezamos a levantar cabeza hasta hace dos años, porque primero fue mi madre, luego mi padre, mi abuelo, mi tío... Y mi abuelo y mi tío Raúl me ayudaban y me apoyaban mucho con esto. Pero desde que veo a mi peque, este año va bien, vamos a mejor». 

Ahora, el joven siente alivio, tranquilidad, porque «al menos, el hijo de puta no lo volverá a repetir y joder a otra familia, si es que no lo hizo ya, porque están mirando otros casos. Si fuera él, sería un alivio para otras familias, porque sé lo que sienten, la frustración que tienen».

Pero el capítulo aún no está cerrado con la detención y la confesión del presunto autor: «Está cerrado un párrafo, porque hasta que no se pudra en la cárcel y se quede sin nada» no dará por superado el duelo. Porque, aunque hayan pasado diez años, el corazón de Adrián sigue lleno de resentimiento: «Esto no lo olvidaré en la vida, su cara [la del acusado de asesinato] no la olvidaré, soy rencoroso, y con este tipo más, que me quitó al ser que más quería», relata.

De su madre no habla. Solo para recordar que al cementerio ha ido en algunas ocasiones, pero «no necesito ir a un sitio físico porque las 24 horas pienso en mis padres. Vivo en la casa que hicieron ellos, cualquier cosa que mire me va a recordar a ellos». Adrián sí confiesa que «sueño muchas veces con ella, con que intenta decirme quién fue y despertar justo en ese momento...».