Suplantan en YouTube al ingeniero y exfutbolista de Cedeira que diseña los sombreros Blade Hats: «Hay mucha gente ganando mucho dinero con mis vídeos»

ANA F. CUBA CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

Souto (derecha), con Alex Terrible, de Slaughter to Prevail, con sus sombreros
Souto (derecha), con Alex Terrible, de Slaughter to Prevail, con sus sombreros

Marcos Souto critica que nadie atienda sus denuncias contra quienes le copian o venden piezas falsas bajo su marca

31 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Blade Hats, la marca de sombreros hechos a mano especializada en heavy y rock, sobrepasa los 1,5 millones de seguidores en Instagram, 400.000 en TikTok y 200.000 en Facebook. A raíz del éxito de los diseños de Marcos Souto (Cedeira, 1991), sus vídeos (reels de poco más de un minuto) empezaron a compartirse en YouTube. «Comenzó a dispararse y decidí abrir mi cuenta porque por visualizaciones puedes ganar dinero, aunque ese no era el objetivo... y cuál fue mi sorpresa al ver que ya existía uno con mi nombre y foto y seis vídeos capturados», detalla. Al poco de registrarse, un día contactó con él Jackson Nerudo: «Es un artista con 40 millones de seguidores, quería subir un vídeo mío a su canal de YouTube, le dije que le dejaba si me etiquetaba y le mandé el enlace, porque sabía que si ponía Blade Hats, por antigüedad le iba a salir el otro canal».

Pero Nerudo etiquetó al perfil falso, con un vídeo que logró un millón de «me gusta» y atrajo a cientos de seguidores. Souto colgó la historia en Instagram y lo denunció en YouTube. «Pero al ver que el más antiguo era el otro, en vez de eliminar el del suplantador, eliminaron el mío —relata—. Mandé una reclamación con toda la información, el registro, el DNI... pero me contestan máquinas, y erre que erre que no». Ocurrió hace un mes. Este ingeniero y exportero de fútbol, con un año de lista de espera para sus sombreros a medida, recurrió a la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Española de Protección de Datos para denunciar la suplantación de identidad. «Y todo lo que me dicen es que mejor me abra otra cuenta porque esto va para largo», comenta, indignado. Tampoco le animan a demandar a YouTube por daños y perjuicios. Conclusión: «Me pueden suplantar... en este país, las leyes son siempre para el ladrón».

Souto (izquierda) con Chris Kael, de Five Finger Death Punch, con el logo de la marca Blade Hats
Souto (izquierda) con Chris Kael, de Five Finger Death Punch, con el logo de la marca Blade Hats

Salvo en Instagram, donde tiene su perfil verificado, asegura que en el resto de redes sociales de poco o nada sirve denunciar un perfil falso o un plagio: «En TikTok hay 80 perfiles con mi foto, mandas denuncia y nadie hace nada». Tardó cuatro años, desde que lo creó, en registrar el sombrero con una calavera en la copa que le dio fama: «Inocente de mí, no imaginaba que pudiera registrar un modelo en particular. Pagué 1.300 euros por el registro, y se supone que nadie puede venderlo en Europa [salvo en su web, bladehats.com]. Y aparece un tío en Gijón mandándome a mí publicidad de una copia de mi sombrero... y el abogado dice que no es idéntico, cuando es un copia-pega tremendo».

También se ha topado con copias a la venta en la plataforma AliExpress por 30 euros. Sus piezas, de fieltro de conejo o castor, cuestan hasta 1.500: «Son los auténticos de cowboy, los de los estadounidenses, irrompibles». Pese a todo, está «muy contento». De la buhardilla de la casa familiar, en Cedeira, donde los confecciona, han salido sombreros para Marilyn Manson o Slash, de Guns N Roses. En su batalla contra el plagio, se rinde: «Tengo en Instagram un vídeo con 125 millones de reproducciones y jamás he sacado ni un euro con mis vídeos, pero hay mucha gente ganando mucho dinero con ellos».