
Muchos vecinos creen que es un monumento y los arqueólogos, un simple límite
21 sep 2018 . Actualizado a las 12:14 h.Muy cerca del cementerio de Fene, en Barallobre, se levanta una piedra de casi dos metros que cada cierto tiempo es motivo de controversia. Muchos vecinos aseguran que se trata de un menhir, el único de la comarca, y que se salvó gracias a la intervención de un afamado arqueólogo que intercedió por la piedra justo cuando iba a formar parte de la cimentación del camposanto construido hace más de tres décadas. Sin embargo, arqueólogos como Antón Malde o Alberto López, de la asociación Terra de Trasancos, están casi convencidos de que se trata simplemente del marco de una finca.
El supuesto monumento, conocido como «pedra da Arca», no figura en ninguna de las listas de bienes catalogados en el plan general y en Patrimonio, aunque este extremo no garantiza que no sea un vestigio megalítico. «Neses casos, mentres non se verifica o seu valor se pode crear unha figura de protección», apunta Malde, que destaca que una de las característica de los menhires es que posean una inscripción. El de Fene no la tiene, pero los defensores de su autenticidad recuerdan que cuando se produjo su traslado se rompió una parte, así que la pieza no está completa. Precisamente este episodio es otro de los que siembra dudas para Alberto López: «No ano 99 os alumnos do instituto fixeron un traballo no que deron cunha fotografía orixinal da pedra na súa anterior posición e vese claro que pode non ser a mesma». Queda la duda de si este gran trozo de granito dejó tras de sí un asentamiento más consolidado. Sin embargo, este estudioso está convencido de que se trata del marco de una finca: «Incluso polo nome, xa que arca significa marca para as lindes, é dicir, esta éra unha pedra de marcar», zanja uno de los responsables de Terra de Trasancos.