La inmobiliaria que arrasa en Ferrol: «Nos sobran compradores pero faltan casas, en Ares están agotadas»

Ferrolterra está de moda. Así lo atestiguan los rodajes de películas y series por la zona, los éxitos del Racing o el gran movimiento del sector inmobiliario. En este contexto, Housefulness cumple este martes un año con oficina propia como una de las inmobiliarias que más se mueve en la zona. Su dueña Jennifer Servia Collado (36 años), natural de Fene pero vecina de Narón, la montó en la carretera de Catabois aunque la empresa ya llevaba antes tres años funcionando online. En este tiempo formó un equipo de ocho comerciales y dos trabajadoras en oficina (todo chicas menos un chico). Y da fe del siguiente fenómeno: «Nos sobran compradores pero nos faltan casas, tenemos mucha demanda de vivienda: por ejemplo Ares arrasa, pero allí está casi todo agotado».

¿Qué casas se demandan y no se encuentran a la venta? «Tenemos un perfil de cliente que busca casa grande (mínimo 300 metros cuadrados) de hasta 250.000 euros por cualquier punto de la comarca; otro demandante es el de casa moderna de 200.000 a 300.000 euros; o el de piso de 100.000 euros con ascensor y poca reforma», explica Jennifer Servia. La inmobiliaria persigue todo ese tipo de viviendas por la zona, para poder vender «sobre todo a compradores extranjeros que llegan por el boca a boca de familiares o amigos que ya se instalaron aquí». En Housefulness «tenemos casas más caras o más económicas, pero faltan las que se adapten a esos perfiles».

A través de esta inmobiliaria, ya hay familias extranjeras que se agruparon en la misma zona de Cerdido o Cedeira a través de ese efecto llamada entre ellas. «Desde aquí trabajan en remoto o incluso han elegido una economía sostenible de plantaciones y animales, con fincas grandes», apunta la dueña. De fuera de España, llegan sobre todo compradores de Holanda: «También de Italia, Alemania, Inglaterra o Bélgica». De España, los demandantes llaman sobre todo de «Andalucía, las islas Baleares o Canarias; quieren vender sus casas donde hace tanto calor y compran aquí en busca de un clima más agradable». Por ejemplo, «hemos tenido compradores de Ibiza, Valencia, Zaragoza...» Y se constata otro fenómeno: «Desde la pandemia, la gente quiere una casa con finquita para respirar».

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Checos para alquilar

Otro perfil de comprador procedente del extranjero «es el que llega de la República Checa, que adquiere un piso de 100.000 o menos euros para destinar después a alquiler, sobre todo para arrendar a grupos de militares o estudiantes». En el ámbito de las casas, los destinos más demandados son Valdoviño, Ares y Cedeira; también les siguen Fene, Cabanas y Pontedeume. Los clientes que viven en A Coruña buscan segunda vivienda en Bergondo, Sada, Miño y también llegan hasta Cabanas.

¿Qué pasa con el bum de Ares? «Teníamos muchas propiedades y vendimos casi todo, los clientes quieren Ares porque lo tienen todo a mano: playa en verano, centro urbano con bares, ambulatorio, farmacia y buses el resto del año», apunta Jennifer Servia. El municipio causa furor tanto en familias con hijos como en matrimonios jubilados, «vas andando a todo y puedes vivir el año entero».

Como emprendedora, Jennifer se muestra «muy contenta, esto requiere mucho esfuerzo y dolor de cabeza, pero da muchos resultados y nos irá aún mejor». Lo que más le gusta de este mundo: «El trato con la gente y aportarles la alegría de empezar una nueva vida».

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