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David, el Gran Hermano vasco, cuenta con el apoyo de una peña de Esteiro

J. M. Sande CORRESPONSAL | MUROS

FERROL CIUDAD

SANDE

El colectivo está formado por amigos del concursante, que veranea en Muros desde pequeño Los fans se reúnen cada jueves en el bar Areas para presenciar el programa y animar al chico

01 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Pocos son los seguidores de Gran Hermano que conocen la vinculación del concursante vasco David Gallardo con la parroquia muradana de Esteiro. Este joven, uno de los concursantes más polémicos de la casa de Guadalix, comenzó a veranear con tan sólo ocho años en la villa muradana. Además, su padre es originario de Mazaricos, donde aún vive el abuelo paterno. Para prestarle su apoyo en el camino al éxito de Gran Hermano y para dar a conocer su raíces gallegas, los jóvenes de Esteiro han constituido un club de fans. La cafetería Areas es la sede de esta peña, que se reúne todos los jueves para presenciar el programa televisivo, y muchos de ellos participan llamando para ayudar a su admirado amigo. En sus visitas estivales, David o Vasco, como le conoce toda la peña esteirana, ha hecho grandes amigos, entre los que se encuentran los hermanos Sergio, Joaquín y José Varela, así como Benito Carou. Los jóvenes indicaron el pasado jueves: «viamolo un pouco cambiado, pois el é, sobre todo, amigo dos amigos, pero á vez, un amante da diversión, un tipo extrovertido que nunca pasa desapercibido». El hecho que les decantó para agruparse y prestarle todo el apoyo fue que David colocó un cartel en su habitación con el topónimo de Esteiro. «Iso amosa que quere a esta terra e que nos bota de menos», dicen. Toda la juventud esteirana le conoce y recuerdan un sinfín de anécdotas de su estancia veraniega en esta villa. «Góstalle a diversión, pero tamén disfrutaba indo ás navallas, a pescar ou participando nas carrilanas», afirman. La llegada anual de David a Esteiro servía incluso para unir a un amplio grupo de amigos, que diariamente se concentraban en torno a los bares Torres y Areas. La frase cotidiana del Gran Hermano era «va una partida de kinitos», nombre con el que designaba al popular juego de monedas. La cafetería Areal se transforma cada jueves, en cuanto comienza la emisión de Gran Hermano. La peña se enfunda camisetas con la imagen de su ídolo, y no cesan de animarle y jalear con júbilo las imágenes de la televisión.