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El encargado de un albañil que sufrió un gravísimo accidente dice que no le ordenó tarea alguna

La Voz LA VOZ | FERROL

FERROL CIUDAD

15 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?l juicio penal por el accidente sufrido por el albañil Francisco Javier Pérez Prados se inició ayer pero quedó suspendido en parte por la incomparecencia del inspector de trabajo que elaboró el informe tras el siniestro. No obstante, durante la parte de la vista celebrada declararon casi todos los testigos. El encargado sostuvo que el trabajador pudo haber actuado por propia iniciativa, en favor de un conocido, la noche de autos. Era la madrugada del 3 de abril del 2000 (de domingo a lunes) cuando Pérez Prados acudió a una obra de O Beleicón (San Pedro, Ferrol). Los trabajos consistían en la renovación de la cubierta. Aquella noche se había desatado un gran aguacero y los inquilinos temían que se inundase. Por ello, se trataba de colocar grandes plásticos y lonas para evitarlo. En esta tarea fue cuando se precipitó de una altura y sufrió gravísimas lesiones que lo dejaron completamente inválido. Un año después falleció, aunque los forenses sostienen que por otra causa. La familia alega que había recibido órdenes expresas. «¿A quién levantan de cama para un trabajo así en una casa de desconocidos?», se preguntó el letrado de la acusación particular. En el banquillo se sientan representantes de las empresas Suveco, S. L. y Alpa, S. L. a quienes las acusaciones imputan delitos de lesiones y contra los derechos de los trabajadores. Los herederos, a través de su letrado, solicitan una indemnización de 420.000 euros por las secuelas del accidente, y penas de prisión. Durante el tiempo que sobrevivió al percance sufrió una incapacidad absoluta, precisó ayuda constante de una tercera persona y acabó como si hubiese retornado a la infancia.