Es poco frecuente en un negocio que la siguiente generación reconozca que es menos proclive a los avances técnicos que la precedente. Los hijos de Benito Cancio Rodríguez, es decir, de Josbe, lo admiten: «Si nuestro padre siguiese al frente de la empresa, ya estaríamos en Internet hace bastantes años», vaticina Miguel, que a renglón seguido señala que es un asunto que tienen pendiente.
De todas formas, Josbe juega con algún as en la manga. Por una parte, es un establecimiento de material fotográfico autóctono y de toda la vida, con ramificaciones en otras dos provincias; otro as lo juega a la contra: ante los riesgos e inseguridades de las compras on line, ellos ofrecen la tranquilidad de una tienda presencial y el asesoramiento y servicio técnico. Miguel señala que a veces ve en Internet precios inferiores a los que pagan ellos a los proveedores oficiales, y contra eso poco pueden hacer. En cambio, argumenta que el nivel de fraudes y engaños a través de la Red es alto.
Benito Cancio se introdujo en el mundo de la fotografía de la mano de su cuñado, el fotógrafo Juan José, con el que nunca quiso competir, motivo por el que se dedicó en exclusiva a la venta de material fotográfico. El siguiente paso fue su primer establecimiento en las galerías de Santo Domingo. Ya con el nombre comercial actual, Josbe (José Benito, en honor a su padre y a su hijo mayor) se instaló en el segundo piso de la casa número 15 de la Rúa da Raíña, local que inauguró en 1966. En los años 90 tuvo lugar el último traslado, al bajo del número 3 de la misma calle.
Como en los años duros las ventas no daban para sostener una familia con siete hijos, se metió en el negocio de la venta a otras tiendas y llegó a tener clientes en 34 provincias. También importó directamente cámaras y material; sin embargo, hace algo más de 15 años Josbe abandonó la faceta de almacenista y se concentró en las ocho tiendas que tenía en Lugo, A Coruña y Ourense. Tras los últimos cierres, alguno por duplicidad, conserva las dos de Lugo, una en Ferrol y otra en Ourense. En los años del estraperlo Benito se buscó la vida y conseguía en Vigo el papel de revelado que no había en el autárquico mercado español.
Sin embargo, la aventura importadora y almacenista del fundador de Josbe no se debió simplemente a una necesidad de subsistencia económica. También formó parte de su carácter emprendedor y dinámico. Su hijo menor asegura que siempre estaba haciendo algo, de modo que no resulta extraño que durante el viaje de novios por Pontevedra aprovechase para visitar a algun cliente.
También fue innovador en los métodos de venta. Antes de que las cámaras de fotos tuviesen precios asequibles a la mayoría de la gente, Cancio montó su propio sistema de préstamo y las cedía para un acontecimiento concreto con la única condición de que el cliente le comprase el carrete y se lo llevase a revelar. La experiencia duró bastante y le salió bien. En cambio, a este emprendedor no le salieron tan bién las operaciones de entrega de material fiado porque, según dice su hijo, tuvo bastantes pufos.
El palo
Benito Cancio Rodríguez
Las astillas
Dori, Margarita, Emma, María José, José Benito, Blanca y Miguel Cancio del Río
Edad
Benito tiene 84 años y sus hijos, Dori, 58; Margarita, 56; Emma, 54, María José, 52, José Benito, 49, Blanca, 46 y Miguel, 44.
Profesión
El palo está jubilado y las astillas trabajan en la empresa de material fotográfico que fundó el padre.