Orden de alejamiento a una suegra por acoso

Noelia Silvosa
noelia silvosa FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La mujer aceptó someterse a tratamiento psiquiátrico para no ser condenada

14 oct 2014 . Actualizado a las 13:07 h.

Podría tratarse de un thriller, pero no lo es. El caso que llegó ayer hasta el Juzgado de lo Penal número 2 es real como la vida misma: una suegra que no deja de meterse en la vida de uno. Pero de forma enfermiza. Tanto, que el hijo de esta mujer se vio obligado a denunciarla por acosarlo a él y a su esposa.

La suegra no les dejaba vivir. Les perseguía, merodeaba las zonas frecuentadas por el matrimonio y les freía a llamadas. Concretamente, el escrito de acusación de la vista oral prevista ayer tiene registradas un total de cien llamadas de teléfono de la mujer a su hijo y a su nuera. Un día llego a realizar dieciséis. Y en otra ocasión, envió un total de veintiún mensajes de texto en menos de 24 horas. De película.

Incluso les seguía en coche

La manía persecutoria y obsesiva de la ya condenada llegaba hasta el punto de seguir a la pareja. Su nuera no solo se ratificó en las denuncias presentadas, sino que durante su declaración indicó que su suegra vigilaba sus movimientos hasta el punto de pasearse por la misma panadería en la que se encontraban comprando el pan, o incluso persiguiéndoles en coche a ella y a su marido durante más de cinco minutos. Una conducta que remitió después de que el Juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol acordase en abril del 2013 una orden de alejamiento de la acusada, que le prohibía acercarse a menos de cien metros de su hijo y de su nuera por un período de seis meses.

Su ingreso temporal en un centro psiquiátrico también ayudó a que cesase en tal actitud, algo en lo que su hijo coincide, aunque señaló que el comportamiento de su madre es así desde hace años. Precisamente por eso no desea tener ningún tipo de relación con ella. Finalmente, la vista no llegó a celebrarse porque hubo conformidad. La mujer reconoció los hechos, con lo que logró no enfrentarse a las peticiones del Ministerio Fiscal.

El fiscal pedía 2 años de cárcel

El fiscal solicitaba, por un presunto delito de coacciones con el agravante de parentesco, dos años de cárcel y orden de alejamiento de cien metros de la pareja durante un período de tres años y medio. El juez le aplicó la eximente completa de alteración psíquica, y le condenó a libertad vigilada con la condición de que se someta a tratamiento médico. La orden de alejamiento se redujo hasta los dos años y seis meses.