
El jueves recogen el galardón del Concello por el proyecto «Eu quero ser administrativo»
15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Emma Cuesta (Ferrol, 1971) lleva en la Asociación de Padres de Personas con Trastorno do Espectro Autista (Aspanaes) casi dos décadas. El jueves recogen el premio solidario del Concello a uno sus proyectos, el titulado Capacidad: eu quero ser administrativo, y está feliz por ello, ya que los 5.000 euros que supone conseguir este galardón les permiten ponerlo en marcha con seguridad desde enero. «El premio nos da un gran empujón», asegura.
-¿Quienes van a poder participar en esta acción formativa?
-Personas mayores de 16 años que tengan un trastorno del espectro del autismo. En el caso de que no pertenezcan a la asociación se pueden poner en contacto con alguna de nuestras sedes (www.aspanaes.org). Vamos a trabajar la comunicación con los compañeros y las relaciones sociales en el ámbito laboral.
-¿Cómo se les ha ocurrido este proyecto?
-Parte de una necesidad que hemos detectado, porque Aspanaes es una asociación muy grande que tiene diferentes servicios en función de las experiencias que van teniendo las personas con autismo que acuden a las actividades y hacen uso de los servicios de una entidad que nace de una alianza de padres. En este caso habíamos visto que hacía falta algo para un grupo de personas que con los cursos de la enseñanza ordinaria se quedaban un poco a medias, porque necesitaban algo más. La idea es trabajar en esos aspectos que no salen en los contenidos lectivos. Es un programa diferente, con prácticas en entornos reales para las que contamos con la colaboración de la cooperativa de Meirás y allí irán los chavales a hacer las prácticas de administrativo.
-¿En qué radican esos contenidos que no encontraban en las enseñanzas oficiales?
-En ayudar a los usuarios con la comunicación, con las habilidades sociales... Lo que ellos necesitan son aprendizajes funcionales y para que ellos se involucren en los programas que estamos desarrollando tienen que partir siempre de sus gustos e intereses, porque ya ellos presentan unas necesidades específicas y si algo no les motiva lo suficiente no se van a implicar ni lo van a dar todo y la verdad es que tienen un potencial increíble para tareas administrativas.
-¿Cuáles?
-A veces creo que nos centramos demasiado en las dificultades y en las necesidades que presentan y la verdad es que también poseen muchos aspectos positivos que no vemos: son muy ingenuos, muy inocentes, tienen esa forma de ser limpia que tenemos solo cuando somos niños. Y son metódicos: cuando de verdad ellos saben que son responsables de un trabajo, que es eso lo que tienen que hacer, lo van a hacer siempre sí o sí, salga el sol o llueva. Son muy perfeccionistas, en el momento en el que aprenden una forma de hacer las cosas la van a hacer de esa manera y hasta que les salga bien no te van a entregar el trabajo mal hecho. Por eso hay ciertos trabajos que son estupendos, que justamente exigen esas cualidades.
-Como el de una oficina...
-Pues sí. De hecho, uno de los participantes incluso ha escrito un libro, porque le gusta mucho escribir y su sueño sería trabajar en un periódico. El resto de los participantes son siete u ocho chavales, mayores de 16 años y que cursan una FP adaptada o básica, pero la mayoría tienen dificultades con sus estudios. Solo hay dos o tres que obtienen buenos resultados, pero aún así, necesitarían algo más práctico. La idea es crear un programa centrado en los intereses de cada uno. Y que tiene que partir de sus intereses para que se motiven.
-¿Cuenta con algo más que prácticas?
-El programa tiene otra vertiente: dar apoyo para aquellas barreras que más les cuestan.
-¿Qué barreras son más difíciles de derribar?
-Muchas veces la gente se sorprende de que sean cariñosos... ¡Claro que lo son! No es verdad que los autistas estén aislados en su mundo y no se relacionan y tampoco que vivan en un mundo aparte. Viven en nuestro mundo, pero lo perciben de forma diferente. Sienten el afecto y les gusta estar con gente. Otra cosa es que tengan dificultades a la hora de expresarlo.
Falsos mitos. La psicóloga de esta entidad desmiente que los autistas no sean cariñosos o estén aislados en su mundo: «Soy muy afectuosos...y mucho, pero a veces lo expresan solo con la mirada». Además, apunta que son perfeccionistas y muy metódicos, nunca entregan un trabajo mal hecho y por ello son idóneos para tareas administrativas, precisamente en las que se centra el proyecto premiado.