
En Ferrol hay dos franquicias y un establecimiento familiar
08 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La venta de joyas y otras piezas de metales preciosos tan utilizada en los últimos años como recurso para las familias con apuros económicos ha experimentado un importante descenso. La prueba más evidente es que las decenas de tiendas específicas de compra de oro que llegaron a establecerse en Ferrol como franquicias desde el inicio de la crisis se ve reducida en la actualidad a dos. Existe una tercera, ubicada en el número 44 de la carretera de Castilla, a la altura de la plaza del Inferniño, que no es franquicia, sino que se trata de un negocio familiar, que además posee la licencia específica para los empeños.
La joven Reyes Añón está al frente de esta tienda, que abrió sus puertas hace cinco años. Según manifiesta, en noviembre y enero hubo bastante movimiento, pero lo que prima ahora mismo no es la venta de oro, sino el empeño.
Los clientes que tienen trabajo y en un momento dado se ven con falta de liquidez prefieren dejar en depósito sus joyas, con la opción de poder recuperarlas cuando dispongan de posibles. La tienda les abona un dinero -estos días pagaban el oro de 18 kilates a 16,5 euros el gramo y el de 14 a 11 euros- con la reserva de un mes de plazo. La operación lleva implícito el cobro de una comisión de 0,66 euros por día, que es el beneficio que obtiene la tienda.
Trato familiar
Si transcurrido el mes el dueño no recupera la pieza, entonces ya se considera vendida y pasa a formar parte del material que se remite a las empresas del sector para su fundición. No obstante, al tratarse de un negocio familiar, Reyes Añón manifiesta que suele ser bastante flexible con los plazos y «cuando me dicen, por ejemplo, que cobra el día 10, espero a que cobre».
La mayoría de clientes son mujeres, «que son las que gobiernan la casa», señala la dependienta, aunque también algunos hombres recurren con frecuencia al empeño de joyas.
Según Reyes Añón, que prefiere no aparecer en la foto por razones de seguridad, el precio del oro ha bajado mucho últimamente. Lo máximo que se ha llegado a pagar por piezas de segunda mano, como es el caso, ha sido de 36 euros por el gramo del de 18 kilates y 48 por el de 24 kilates.
Por el conocimiento que tiene del oficio, asegura que hay gente que en su día tuvo que recurrir a la venta y en la actualidad está comprando para tenerlo de reserva, porque si vuelven tiempos peores. A su modo de ver, es un aval que puede garantizar estabilidad y que en un futuro tengas de dónde echar mano, vendiéndolo o empeñándolo.