En los últimos meses han abierto dos nuevos locales de un sector que sortea la crisis
17 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Es un vicio. Se nota la crisis, como en todo, pero la gente se tatúa mucho». Así de tajante se muestra el cedeirés Aitor Pita Vázquez, responsable del estudio de tatuaje Smog Tattoo. Es uno de los últimos que ha comenzado a funcionar en Ferrol (calle Real, 18) y desde que abrió sus puertas el pasado mes de octubre no ha parado de sumar clientes. «Hemos tenido muy buena acogida. Antes ya me dedicaba al sector, iba tatuando por otros estudios, y como aquí en Ferrol tampoco hay muchos locales de tatuaje como por ejemplo en Coruña, donde puede haber unos veinte o treinta, pues había que dar el salto», comenta.
Su local, señala, está especialmente dedicado al realismo. «Es lo que más me piden, también por lo que soy más conocido», resalta. En concreto, «rostros de familiares, ídolos, gente famosa, katrinas...». También venden ropa y complementos enfocados al mundo del tattoo. Ahora, hasta el 21 de marzo el estudio en el que trabajan dos personas estará cerrado ya que estarán en la muestra IV Asturias Tattoo Expo. «Voy a todas las que puedo, ves otras culturas y otros estilos, por ejemplo, viene gente de Nueva Zelanda que tatúa a mano, y también te das a conocer», comentaba ayer Aitor antes de iniciar el viaje. El «boca a boca» entre los amigos y conocidos es la mejor forma para darse a conocer, señala.
Otro estudio reciente en Ferrol abrió sus puertas este lunes, es Monsters&Tattos (calle Magdalena, 114). Al frente están dos socios, Joaquín Ayala, arquitecto técnico, y Pablo López, licenciado en Bellas Artes, que llevan tres años tatuando. Los principales estilos a los que están enfocados: «Realismo, tradicional, new school, neo trad...», resaltan. Explican que en función de lo que quiera cada cliente, apuestan por asesorar con el diseño para hacer piezas únicas. Se decantaron por Ferrol para abrir el negocio «porque es la ciudad que nos gusta y queríamos evolucionar como tatuadores», explican.
Los veteranos
Iván Phoghett y Don Jas están detrás de Quenlla Tatuaxe (calle del Sol, 92). Son de los veteranos del sector y cuando abrieron sus puertas en septiembre del 2011 habría sobre media decena de estudios en la urbe naval. «Fueron cerrando y nosotros nos mantenemos», resaltan. También hacen piercings básicos. Iván explica que en este sector surgen de vez en cuando modas. «Ahora se hacen mucho símbolos de infinito, atrapasueños, calaveras mejicanas...», resalta, aunque «lo que nos gustan son piezas grandes y bonitas» con el sello y el estilo de cada uno. En estos años han pasado por convenciones en ciudades como Zaragoza, Sabadell, Oporto o Varsovia.
Desde el año 2007 lleva en la carretera de Castilla, 328, Estudio Punto Tattoo, donde trabajan los tatuadores María Eugenia Viera, propietaria, y Jorge Barrera. También se dedican a realizar piercings. «En estos años han habido meses difíciles pero está en auge el tatuarse. No deja de haber trabajo», señala Barrera, que explica que en su estudio les piden todo tipo de diseños.