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La huerta se llena de artilugios caseros para proteger las cosechas

FERROL CIUDAD

Cedés, botellas, cintas de colores, hierbas aromáticas o cerveza; todo sirve para evitar que las plantaciones se echen a perder

18 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las fincas que no están abandonadas, que por desgracia son la minoría, comienzan a lucir una serie de inventos caseros que tienen el cometido de proteger las plantaciones que están empezando a brotar. La tradicional figura del espantapájaros ha desaparecido, dejando paso a objetos que se reutilizan con fines bien distintos para los que fueron concebidos. Es el caso de los cedés que proliferan colgados de los árboles, las cintas rojiblancas de señalizar obras que ahora se utilizan para marcar el contorno de las fincas o las botellas de plástico que se introducen en un palo clavado en el suelo.

Todos estos elementos resurgen en las plantaciones durante la primavera y permanecen anclados en el panorama rural hasta la recogida de las cosechas. Estos artilugios caseros tienen una finalidad diferente en cada caso. Así, según explica Elías, de la parroquia naronesa de Sedes, las cintas bicolores le están resultando muy útiles para preservar sus plantaciones de patatas y verduras de las incursiones de jabalíes y corzos, que desde su casa ve pasar bordeando la finca y que levantaron parte del patatal de otro vecino.

Luis, otro vecino de Sedes, también utilizó las cintas rojiblancas para tratar de impedir que los pájaros le echen a perder los injertos que realizó en un cerezo, después de haber fracasado con los cedés que colocó el año pasado.

Y hablando de cedés, mucha gente los cuelga de los árboles frutales, convencidos de que los reflejos que producen con el sol alejan a las aves de las cosechas.

Otro elemento muy utilizado en las plantaciones son las botellas de plástico que se colocan invertidas sobre un palo para alejar a los topos. Estos animales cavan galerías en la tierra, desenraizan las plantas y, según algunos agricultores, son enemigos de las vibraciones que produce el viento en las botellas de plástico. Wilfredo Anidos, un cubano que lleva 16 años en España las colocó en una pequeña finca de Serantes en la que cultiva patatas y lechugas. Es novato en la profesión, porque toda su vida trabajó de mecánico, y alguien le recomendó las botellas.

También se utilizan botellas, en este caso de cristal, semienterradas de lado y con la boca hacia fuera, para ahuyentar a los ratones de campo.

Otro invento casero muy utilizado para evitar que las babosas y caracoles estraguen las cosechas es el de colocar un cuenco con cerveza entre las plantas. Con el mismo cometido se utilizan las cáscaras de huevos o las de naranja.

Por último, hay otro tipo de plantas aromáticas que permiten hacer frente a las plagas de diferentes insectos. Es el caso de la albahaca, el ajenjo, el laurel, el orégano, la valeriana e incluso el ajo.

Cinta de obras. Elías utiliza la cinta de obra en su finca de Sedes para evitar que los jabalíes y los corzos destrocen sus cosechas. Por el momento la medida le está resultando útil.

Botellas de plástico. Wilfredo colocó botellas de plástico en palos para que las vibraciones que produce el viento alejen a los topos de su plantación en Serantes.

Cintas de colores. Luis puso cintas de colores en un cerezo de su finca de Sedes para que los pájaros no le causen daños a los injertos que ha realizado esta primavera.

Cedés. Los discos se reconvierten y penden de los árboles haciendo reflejos con la luz del sol para impedir que las aves se coman los frutos, preservando así la cosecha.

Botella de cristal. El sonido que provoca el viento en una botella de cristal enterrada lateralmente en la tierra y con la boca descubierta ahuyenta a los ratones de campo.

Cerveza. La cerveza, las cáscaras de huevo y las de naranja atraen a las babosas y caracoles, evitando así que se acerquen a los cultivos de la huerta y los echen a perder.