
Recalca que cada caso es diferente: «Hay pacientes obesos sanos, pero son minoría»
21 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Diego Bellido (Cádiz, 1957) es el jefe de la sección de Endocrinología del Arquitecto Marcide y acaba de publicar un artículo en la revista Endocrine sobre un ensayo clínico que abre vías y apoyos en forma de dieta para acabar con las alteraciones de las personas que nunca logran mantenerse en un peso sano.
-¿Qué niveles hay de obesidad en Ferrol?
-Preocupantes, en Galicia ya tenemos a más de un 50 % de pacientes con sobrepeso y obesidad en la edad adulta y Ferrol está en la media gallega: tenemos un porcentaje de obesidad que supera el 25 % entre los adultos. Y no hay una sola obesidad, sino muchas y también hay muchos caminos para afrontarla. Casi todos son válidos siempre y cuando la estrategia de trabajo sea adecuada, por ejemplo nosotros en nuestro servicio la tratamos con un programa de intervención grupal que trabaja el aspecto científico y el educacional. Es un programa propio del Área Sanitaria de Ferrol que da muchos resultados y es objeto de tres proyectos de investigación.
-¿Cuál es el tipo de obesidad que más le preocupa entre los pacientes de su consulta?
-A mí lo que me interesa de la obesidad son los trastornos que conlleva: es principal factor de riesgo de diabetes, de enfermedades metabólicas, también de problemas locomotores y psicológicos. Me preocupan en especial los afectados por diabetes. De hecho, el tratamiento tiene más enfoque al control del peso que de la glucemia. Hay pacientes obesos que son felices y están sanos, pero son minoría, la mayoría de los pacientes con obesidad tienen otros problemas asociados y la causa es su sobrepeso.
-¿Y al revés? ¿Los conocidos como «fofisanos»?
-Sí, claro son personas no obesas que son metabólicamente obesas, es decir, que tienen una grasa abdominal que los convierte en obesos. Son casos extremos que requieren tratamientos especiales.
-¿Cómo se les puede reconocer?
-Presentan una desproporción entre lo que es la medida de la cintura y el índice de masa corporal: una persona delgada con barriguita, por decirlo de una forma clara, esa persona puede funcionar metabólicamente como una paciente con sobrepeso y acusar los mismos problemas metabólicos, quizá no los locomotores. La grasa abdominal tiene unas características propias que confieren la grasa mala. Nosotros lo valoramos midiendo la cintura junto con el índice de masa corporal (IMC). Cuando un paciente tiene el IMC alto suele tener una cintura amplia, pero hay personas que tiene mucho índice y tienen perímetros de cintura normales. Lo peor es tener altos los dos valores, pero son dos cosas que, como digo, no tienen que ir a la vez.
-¿A partir de qué medida hay que preocuparse?
-El IMC es obesidad cuando está por encima de 30 y la medida de la cintura no es normal cuando supera en los hombres los 102 centímetros y en las mujeres pasa de los 88. Hay personas con un IMC de 27 o 28 y una cintura ancha, patológica. Ahí queda claro que hay una distribución de la grasa problemática.