
Los mapas de Tofiño y Fontán ya recogían el reparto actual de parroquias y la relevancia del Arsenal Militar
23 ene 2017 . Actualizado a las 12:00 h.Doniños, A Graña, Serantes, Meirás, Lago, Xuvia, Sillobre, Barallobre... Los nombres con los que ahora seguimos conociendo las parroquias de la comarca ya aparecían reflejados en los mapas realizados por Domingo Fontán entre 1788 y 1866. Unos documentos que ahora se pueden consultar a través del ordenador, gracias a la digitalización que está llevando a cabo la Biblioteca de la Universidade de Santiago de Compostela.
«Fueron anteriores a los que más tarde realizó el Estado y los errores con respecto a la actualidad son mínimos», destaca el decano de la Facultade de Xeografía e Historia de la USC, el ferrolano Francisco Durán, experto en la materia.
Por ello, asegura que Otero Pedrayo los definía como «el rostro de Galicia». De hecho, junto a los mapas de Vicente Tofiño de San Miguel, brigadier de la Real Armada, fueron las primeras cartografías matemáticas con las que contó la comunidad.

En los mapas llama especialmente la atención la escasa diferenciación entre los nombres de los núcleos urbanos (en mayúscula) y los de las parroquias. «Ambos consideraban la base parroquial igual de importante que los límites administrativos», explica Durán, y apunta que «se puede que pensar que era por el pensamiento religioso de entonces, pero se trataba, sobre todo, de la defensa del espacio parroquial como lugar para relacionarse».
Como ejemplo, el hecho de que Doniños aparezca sin el añadido de San Román delante. Los dos se basaron en los trabajos toponímicos de Tomás López para el antiguo Reino de Galicia. No obstante, el uso de las parroquias en el centro de Ferrol, como San Julián y Dolores, «se fue perdiendo con el tiempo y ahora casi nadie las diferencia», añade.
El único mapa de Tofiño digitalizado hasta ahora por la USC data de 1787 y recoge el conjunto de las rías de Ferrol, Coruña, y Betanzos. En el mismo destaca por encima del resto el detalle con el que aparece dibujada la Villa del Ferrol, al ser una época en la que «todavía no se podía prescindir del arte en la cartografía», dice Durán.

Además, al tratarse de unos trazados costeros utilizados sobre todo en la navegación, la situación del Arsenal Militar era especialmente relevante. «Era una posición estratégica para el tráfico ultramarino, un enclave natural fundamental», agrega. Existen cambios, eso sí, en el nombre oficial de las parroquias, ahora en gallego.
