
La Armada castigaba las infracciones o faltas muy graves con la temible «carrera de baquetas», que fue abolida en 1821
31 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Como sabemos, muchas de las expresiones que usamos coloquialmente proceden del estamento militar y otras tienen su origen en antiguas costumbres y vivencias en los barcos. Una de ellas es precisamente la que da título a este artículo, el dicho popular «estoy baqueteado», que se usa habitualmente con el significado de sentirse maltratado y, también, cuando uno está agotado después de una dura jornada laboral. Lo cierto es que esta expresión proviene de un antiguo castigo militar que se aplicaba solo en algunos casos -los más graves- a las tripulaciones de los barcos de guerra.
En general, el régimen disciplinario de la Armada se fue endureciendo a lo largo del siglo XVIII a través de las Ordenanzas. Si había oficiales implicados en la comisión de alguna falta se reunía a bordo un consejo de guerra. Para la «gente de mar y tropa», es decir, marineros y soldados, el castigo más generalizado era la condena «a pan y agua» por faltas menores. La embriaguez o pronunciar palabras deshonestas se castigaba también con azotes.
Pero había infracciones o faltas muy graves que estaban penadas con la temible «carrera de baquetas». Consistía este castigo en hacer pasar al marinero -o marineros penados, si es que eran varios-, a lo largo de una «calle» o rueda formada por dos filas de treinta de sus compañeros (o hasta incluso cien soldados, infantes de marina que tenían encomendada la disciplina a bordo y que era lo propio en estos casos); estos portaban las baquetas, que eran los correajes de sus fusiles. El castigado en cuestión, con el torso desnudo, tenía que correr entre esas dos hileras mientras era azotado. Esta pena se aplicaba siempre en presencia de un oficial, y si el buque estaba integrado en una escuadra, era izada la señal de «castigo aflictivo», para que sirviese de ejemplo al resto de los barcos y dotaciones.
Tan duro era aquel castigo que alguno de aquellos pobres hombres no vivía para contarlo. La «carrera de baquetas» sería abolida el 3 de mayo de 1821 durante el Trienio Liberal. Por su parte, los palos y azotes fueron suprimidos en la Armada el 4 de diciembre de 1874, por lo que en este caso como en otros muchos bien podemos afirmar aquello de que «ningún tiempo pasado fue mejor».
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