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«Queremos quedarnos en Ferrol toda la vida»

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Feng Ji y Xuli Ye, adaptados a la ciudad, están al frente del bazar mientras el pequeño Pablo va a la guardería

14 mar 2018 . Actualizado a las 08:13 h.

El pequeño de la familia sale feliz de la guardería. El 26 de abril cumplirá dos años. Veinticuatro meses desde que nació en el hospital Arquitecto Marcide, cuando se convirtió en un ferrolano más. Su nombre completo es Ziyupablo, pero en la escuela infantil Aloha lo llaman Pablito. Allí aprende desde que tenía cuatro meses. «Está completamente integrado, no hay diferencia. Para los demás niños es otro compañero más», expresa la encargada, Amaya Felpeto. Por la puerta, a las 14.30 horas, sale de la mano de sus padres, Feng Ji y Xuli Ye, de 28 y 27 años, que llevan poco más que él en la ciudad, aunque igualmente están adaptados a la perfección. Cada una de sus mañanas, de lunes a sábado, comienza llevando a su hijo a la guardería y continúa, a las diez de la mañana, con la apertura de la verja del Bazar Euro, el lugar en el que transcurre su jornada.

Feng está detrás del mostrador y su castellano está muy avanzado. «Dime», contesta con una expresión muy española en la primera interpelación. Está atento al continuo trasiego de clientes, con los que le ayuda Paula, una empleada que lleva casi el mismo tiempo. Mientras, Xuli, embarazada de tres meses, aprovecha los primeros compases de la mañana para acabar de descansar. Pronto llegará un hermano o hermana para Pablito. No obstante, pasadas un par de horas ya está ayudando. Trabajo no falta en el establecimiento ubicado en la esquina entre la carretera de Castilla y la calle Aviador Piñeiro. «Todos los vecinos me saludan, nos conocen mucho. Preguntan sobre todo por el niño, es muy famoso en el barrio», expresa Feng con una sonrisa.

El padre de la familia llegó a Barcelona con 18 años, pero pasado un tiempo quiso mudarse a Ferrol, donde ya se encontraban algunos primos suyos. Aterrizó en junio del 2015. «Antes de venir no sabía cómo era la ciudad, pero al llegar la vi muy bonita y tranquila. Me gusta mucho», subraya. Uno de sus familiares le cedió su puesto en el bazar, al que después se mudaría Xuli, que llevaba algo más de tiempo en la ciudad, como empleada en un negocio chino de Canido. «El trabajo es necesario para levantar un poco la vida», comenta Feng.

JOSE PARDO

El joven asiático se crio en un pequeño pueblo de China. Como él, muchos de sus vecinos viajaron a España y se quedaron por Barcelona, Madrid y Galicia. «Al final, si venimos unos, quieren venir los demás», dice. Al llegar aquí, empezó a aprender el idioma gracias a las continuas conversaciones, la televisión o los libros. «Y a la radio, que siempre la escucho conduciendo. El español no es difícil. Si lo quieres aprender, lo aprendes», subraya. En el establecimiento se pasa la mañana y la tarde resolviendo dudas a los clientes de dónde se encuentra este o aquel producto, además de estar cobrando o colocando la mercancía. El horario es de 10 a 14.30 y de 17 a 21 horas. Es decir, ocho horas y media al día, 51 a la semana. «No tenemos mucho tiempo libre entre el trabajo y atender al niño», señala. 

El domingo, día libre

Este curso la guardería cierra a las cuatro y, por ello, Pablito se queda con ellos por las tardes. En el bazar se sube al mostrador o corretea por los pasillos. Como decía su padre, es una estrella en el barrio. «Estoy muy contento con los clientes, la zona me encanta», reitera Feng. Por la noche, al cerrar la verja, la cena y la ducha del pequeño ocupan el resto del tiempo hasta la hora de dormir. El domingo es la única jornada de asueto para la familia. «Ese día solemos ir a dar un paseo por aquí cerca, no salimos de la ciudad», apunta.

¿Y qué comen? De todo. Tanto comida china como española. El arroz y los fideos son habituales en su dieta, pero también la tortilla o el pan. «Es que yo soy un comilón, me gusta todo. Cuando estoy con mis primos hacemos carne a la brasa, como churrasco o chuletas», detalla Feng. Además, en verano va a pescar a la ría con sus familiares: «Tenemos un barco y me gusta mucho».

«Queremos quedarnos en Ferrol ya para toda la vida», concluye el joven asiático, al que no se le pasa por la cabeza volver a su país de origen. «A lo mejor cuando me jubile...», añade. En China están sus abuelos y su padre, mientras su madre se encuentra en Barcelona y viene de vez en cuando, sobre todo con las ganas de ver a su nieto. Feng, Xuli y Ziyupablo han empezado una vida en la urbe naval que les ilusiona.

Los residentes asiáticos representan el 4,2 % de los extranjeros en la urbe

El último estudio sobre las siete grandes ciudades gallegas del Instituto Galego de Estatística detalla que en Ferrol viven un total de 3.277 personas nacidas en el extranjero. De estas, 136 son de Asia y, de este área, 85 provienen de China. La población asiática representa un 4,2 % del total, en el que la mayor proporción corresponde a Sudamérica y al resto de Europa.

La variación de estos datos ha sido mínima en el último lustro, teniendo en cuenta que del continente oriental ha habido en la ciudad entre 135 y 145 empadronados en esta franja de tiempo, mientras el número de chinos ha fluctuado de 80 a 90.

A través del estudio, cuyos datos son hasta el 1 de enero del 2017, también se puede conocer la disgregación barrio a barrio. Así, Catabois es el que más chinos acoge (31), seguido de los ensanches (24), Caranza y Bertón (14) y el rural (9). En los ensanches -ahí se encuentra el negocio de los entrevistados- es donde se concentran, no obstante, la mayoría del conjunto de asiáticos, con 53 de los 136. Desde hace más de una década e incluso antes, cuando los bazares chinos empezaron a sustituir a los todo a cien, es habitual verlos por la zona. De hecho, en los colegios cada vez hay más presencia.

Numerosos bazares asiáticos

Además del citado Bazar Euro, en la carretera de Castilla se pueden encontrar también el Súper Euro (en la esquina con la calle Soledad) y el Universo, en el número 225. Mientras, en la calle Real está ubicado otro cerca de Amboage, uno más en el Callao, otro en la calle Velázquez y el también señalado de Canido. Además, el Híper Kim, el +Barato y el Plaza Ferrol, en A Gándara, son las principales referencias por tamaño. Asimismo está el Merkasia, en la carretera de Cedeira, uno de los de Narón.

También es amplio el existente en Valdoviño, la Gran Casa China en la subida hacia la Puerta del Sol, uno de los tantos de la comarca. Entre los recogidos por la web de Páxinas Galegas están el Universo de Ares; el Golden Shopping y el Xinhe Bazar de As Pontes; el Súper Bazar de Cabanas; el Xing Long de Cariño; dos más en el núcleo de Cedeira; el Bazar Fene, el Híper Euro Multiprecio y el Súper Chino en Fene; el Súper Euro de Neda; el Bazar Ortigueira; y el Bazar Chino de Pontedeume. Estos son algunos ejemplos -hay más- de la expansión de este tipo de negocios.