
La triatleta, impecable en la bici y en la carrera a pie, asume que debe mejorar en el sector de la natación
30 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Camila Alonso Aradas nació en Argentina, pero con muy pocos años se vino a vivir a Ferrol con su familia. Aunque en su país ya hacía deporte, al triatlón llegó gracias a Manuel Bouza, su profesor de educación física en el colegio. Ahora está becada en el Centro de Alto Rendimiento de Pontevedra. No ha parado de progresar y sueña con ir a los Juegos Olímpicos.
-La temporada pasada ya fue muy buena, aunque el comienzo de esta no ha podido ser mejor, el campeonato de España de duatlón y el triunfo en la Copa de Europa disputada en Melilla. ¿Un arranque muy bueno?
-Sí, la verdad que es que sí. Todo ha comenzado muy bien para mí. Han sido dos carreras, disputadas de forma consecutiva, en la que logré el primer puesto. Fueron pruebas importantes, que me aportaron motivación y ganas para lo mucho que me queda por delante en esta temporada.
-¿Es básico mejorar en el ránking nacional?
-Estos triunfos me permiten subir puestos en el ránking. Es fundamental para que la Federación Española de Triatlón te tenga en cuenta a la hora de competir en las series mundiales.
-¿Cuáles son sus metas?
-Una siempre quiere ser mejor, superarse, aunque no hay una meta clara. Lo único que pretendo es hacerlo mejor que en la pasada campaña. Me gustaría lograr una plaza para el Campeonato del Mundo de triatlón. Con el triunfo en la Copa de Europa, disputada en Melilla, ya logré mi clasificación para ir al Europeo, ahora pelearé para ir al mundial. A partir de ahí, salir a tope para conseguir el mejor puesto posible en ambos campeonatos. Otra meta inminente es hacer un buen papel en la prueba de la World Series de Yokohama y poder clasificarme para alguna más.
-Usted hace unas marcas increíbles en la carrera a pie e incluso va muy bien con la bicicleta. ¿El sector de natación es el más complicado?
-Sí, está claro que la natación es mi punto flaco, aunque estoy trabajando en ello cada día y espero mejorar.
-¿Nadar es lo más complicado en un triatlón?
-De los tres deportes que se hacen en un triatlón es el más técnico. Personalmente es el que más dificultad me crea. Para la carrera a pie y para la bici tengo más facilidades, aunque la natación sí que me cuesta un poco más.
-Hace unos días una compañera de triatlón Carolina fue atropellada mientras entrenaba con la bicicleta. ¿Se pasa miedo cuando se entrena en la carretera?
-Siempre que salgo a entrenar con la bici a la carretera lo hago con mucho respeto. Cualquier persona que se suba a una bicicleta en la carretera sabe que se vuelve muy frágil. Siempre hay gente que te increpa. Por mucho cuidado que una tenga, no siempre depende de ti, también de los demás. El atropello de Carolina fue muy triste. Espero que se recupere lo antes posible. Sin embargo, tenemos que entrenar, no podemos tener miedo.
-¿Cómo llega al triatlón?
-Tanto yo como mi hermana Melina éramos dos niñas inquieras, nos metimos a hacer actividades extraescolares y allí, en Argentina, practicábamos natación y también atletismo. Cuando llegamos a España, por influencia de nuestro profesor de educación física, Manuel Bouza, nos metimos en duatlón, que fue en donde empezamos. Después conocimos el triatlón y hasta hoy no hemos parado de competir. Personalmente, desde que entré en el Centro de Tecnificación de Pontevedra, con solo 14 años, he trabajado mucho y de ahí los resultados
-¿Es complicado entrenar tres deportes diferentes?
-Si entrenar un solo deporte a nivel de élite ya es difícil, es fácil imaginarse cuando se trata de tres: natación, bicicleta y atletismo. La dificultad se triplica, hay que dedicarle horas a la natación en la piscina, hacer atletismo y entrenar bici en carretera. Sin embargo, también tiene su lado positivo, viajas mucho, conoces muchos lugares y a mucha gente. Siempre estás haciendo cosas diferente. Es muy agradecido hacer triatlón
-¿Cuál es su sueño?
-El mismo que tiene cualquier deportista de élite, clasificarme para los Juegos Olímpicos. Me gustaría llegar. Lo veo difícil pero posible.
-¿Le gustaría conseguir una Carabela de Plata?
-Sin duda. Ojalá lo logre algún día, yo lucharé por ello.