
Londres sigue de moda, pero los colegios ferrolanos ya eligen destinos como Berlín o Bruselas para los finales de etapa
30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los años en los que Madrid o Barcelona eran los destinos más exóticos para las excursiones de fin de curso han quedado atrás. En una era en la que el resto del mundo cada vez queda más cerca, los pequeños de la casa no se conforman con cualquier viaje para cerrar una etapa escolar. Así, tanto en 4.º de la ESO como en el Bachillerato, las capitales europeas están de moda y ya no solo se reducen a Londres.
Aunque cada centro escolar organiza sus salidas, lo cierto es que acaban siendo bastante similares. Algunos ya las han hecho y otros las harán, todos con la intención de unir cultura y ocio en unos días que, para casi todos, acaban convirtiéndose en un recuerdo inolvidable. «Adoita ser sempre unha experiencia marabillosa, por iso tentamos coidar todo ata o máis mínimo detalle», expresa Patricia Romero, vicedirectora del IES Carballo Calero. Este instituto escogió este año Bruselas, después de haber pasado los últimos cursos por París, Roma, Viena, Praga o Budapest. La excursión fue a finales de abril, para los alumnos de Bachillerato, y fue en conjunto con el IES Ferrol Vello para ahorrar costes. Pagaron 550 euros, con todo incluido, y los alumnos, como en todos los viajes de este tipo, se autofinanciaron una parte vendiendo rifas y productos.
En el mes de junio
De la capital belga a la alemana, Berlín, donde estarán durante cinco días en junio los chavales de 1.º de Bachillerato del IES Sofía Casanova. «Procuramos centrarlo en un itinerario cultural, pero con un amplio contenido lúdico. Y que sea lo más asequible posible», cuenta la directora, Teresa Sebio. Irán 59, mientras serán 44 los de 4.º de ESO que irán a Londres. Antes las excursiones eran, respectivamente, a Roma y Salou. «Las hacemos en junio para no interferir en el curso y la mayoría se suelen animar. Entre los que no van hay razones variadas», añade Teresa.
En el caso del IES Concepción Arenal, el Bachillerato tiene un volumen demasiado elevado de alumnos y optan por no hacer salida. Sí en 4.º de ESO, con destino a Londres, adonde fueron este mes. «El año pasado fueron a Barcelona, pero este, cuando se organizó en octubre, se decidió cambiar de acuerdo con los padres por la situación política», relata la directora, María Estraviz. A la capital inglesa se animaron a ir unos 80 alumnos, que pasaron allí cuatro días, con actividades, asimismo, culturales y lúdicas.

«Ahora los vuelos son baratos»
Mientras, en el IES Saturnino Montojo van juntos 4.º de ESO y 1.º de Bachillerato por lo que, para no repetir, se alternan Londres y Dublín. «Ahora los vuelos son baratos, desde aeropuertos gallegos, y los niños están muy acostumbrados a viajar. Es cierto que para otros es la primera vez, pero para todos acaba siendo una gran experiencia», cuenta la vicedirectora, Montse Miranda. Entre rifas, dulces y quesos fueron cubriendo los 540 euros que valió el viaje -505 sin el musical programado-, que tuvo lugar a principios de mayo. El hotel les pidió una ratio de un profesor cada diez alumnos, así que viajaron seis docentes. «Es mucha responsabilidad. Tanto ellos como a las familias les pedimos que se comprometan a un buen comportamiento. Este año salió todo muy bien», agrega.
Es curiosa la apuesta del IES Canido, en la que los alumnos de 1.º y 2.º de Bachillerato fueron tanto a Roma, en febrero, como a un recorrido por Atapuerca, Burgos y Bilbao. No todos van a todo, pero suelen ser un éxito, también con la cultura como base. Además, más de una treintena de chavales de 4.º de ESO se fueron a Londres, un destino que se lleva repitiendo al menos en los últimos siete años.
Otro país que también entró en juego este año es Portugal, adonde irán la próxima semana los de 4.º de ESO del Tirso de Molina. En cursos anteriores habían ido a Londres, pero la situación política y los casos terroristas de las capitales europeas, los llevaron este año a Sintra. Allí harán numerosas actividades deportivas y turismo, y aprovecharán para escaparse a Oporto y Lisboa, todo organizado a través de una agencia. Mientras, el último curso de Secundaria de Cristo Rey optó por Barcelona. «Buscamos un sitio atractivo y asequible, para que puedan participar el mayor número de alumnos. No queremos ser gravosos en el gasto familiar», comenta Elena Grandal, la directora. Por su parte, en las Mercedarias eligieron un recorrido por varias ciudades de Andalucía. Los ejemplos son muchos y el resultado, de sobresaliente.
Inma Sanmartín (KPUS): «Evitamos el trabajo extra a los profesores»

Desde hace varios años, KPUS ofrece sus servicios y recibe peticiones para ayudar a los centros a organizar sus viajes. Principalmente, la función es la de que sus monitores especializados acompañen a los niños y así resten esa carga a los profesores. «La demanda es muy grande, sobre todo de los centros públicos. Evitamos el trabajo extra de los profesores, para que no tengan que pasar varios días prácticamente sin descanso y luego regresar y dar clase», cuenta Inma Sanmartín, la presidenta de una empresa con largo recorrido en la ciudad.
Desde KPUS tratan, sobre todo, de llevar el ocio y la educación al máximo nivel, aprovechando la experiencia en los dos ámbitos. «Queremos que se lo pasen bien de manera responsable», continúa Inma, que ve positivo que vaya alguien externo como cuidador para «no tener a los niños encasillados por sus notas y comportamientos». «Así valoramos su personalidad desde cero», explica. ¿Y se fían los padres? «Tenemos varias reuniones para que cojan confianza. Además, les aportamos contacto continuo cuando es el viaje, incluso con fotografías», añade.
Este año han recibido unas cuarenta peticiones de centros de la comarca, que suelen optar por Madrid, Salou, Mallorca o Penaventura (Portugal).