Los universitarios ya no quieren pisos con muebles de «Cuéntame»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Iria Arán, en la imagen junto a una comercial de Artemisa, visita el piso de la avenida de Vigo que compartirá el curso que viene con dos compañeras de carrera
Iria Arán, en la imagen junto a una comercial de Artemisa, visita el piso de la avenida de Vigo que compartirá el curso que viene con dos compañeras de carrera JOSE PARDO

El gasto medio mensual por estudiante oscila entre 130 y 150 euros y la zona más cotizada sigue siendo Esteiro

04 jul 2018 . Actualizado a las 21:17 h.

Los universitarios que buscan piso para compartir en Ferrol cada vez son más exigentes y ya no quieren viviendas decoradas con muebles anticuados o rescatados del desván de la abuela. «Lo primero que me dicen cuando entran por la puerta es que no les enseñe ningún piso con muebles de Cuéntame», asegura entre risas el responsable la inmobiliaria Lembranza de Esteiro. A pocos metros de allí, en la agencia El Callao, Arcadio Ares confirma esa tendencia: «Los estudiantes se han aburguesado, ya no quieren pisos alejados del campus ni con muebles viejos y están dispuestos a pagar hasta 500 o 600 euros por una vivienda compartida en Esteiro, que es la zona más cotizada y se ha convertido en la milla de oro por su cercanía al campus y a la escuela Antonio de Escaño».

Marta Saavedra, de Artemisa -una agencia con cerca de un centenar de inmuebles en cartera para alquilar a estudiantes-, coincide con Ares en que Esteiro es la zona más demandada por los universitarios, aunque matiza que muchos jóvenes también se contentan con pisos ubicados en el barrio de A Magdalena, plaza de España e incluso O Inferniño y Ultramar, aunque reconoce que las viviendas de los ensanches se suelen alquilar mejor en septiembre, cuando ya casi no queda oferta disponible en Esteiro.

Y al igual que sus compañeros de gremio, esta profesional asegura que los estudiantes ya no se contentan con cualquier cosa. ¿Qué es lo que buscan entonces? «Pues lo que quieren es un piso sin humedades, que tenga calefacción y, en cuanto a los muebles, que sean minimalistas, sencillos y modernos.... Y también quieren camas más grandes. Los jóvenes de ahora son mucho más altos que los de antes y lo que piden son camas de 1,05 o 1,35, porque las de 90 les parecen enanas», comenta Saavedra.

Precios por cabeza

En cuanto a las tarifas, las agencias consultadas coinciden al señalar que los precios de alquiler de pisos para estudiantes se han mantenido estables a lo largo de los últimos años en Ferrol, con un gasto medio que oscila entre 130 y 150 euros al mes por cabeza, sin incluir las facturas de luz y agua.

Aunque en menor medida, también hay estudiantes que optan por alquilar habitaciones con derecho a zonas de uso común, aunque en este caso los precios suelen ser algo más altos, situándose en una horquilla que va de 150 a 180 euros por alumno y mes.

Además, Marta Saavedra anota que también se dan casos de padres que se animan a adquirir «ladrillo» para sus hijos universitarios en Esteiro, aprovechando que la vivienda en venta resulta ahora mucho más asequible. «Con lo que pagan sus compañeros de piso van amortizando la inversión y, cuando su hijo acaba la carrera, pueden seguir alquilándolo o venderlo, porque en Esteiro siempre hay demanda».

«En Ferrol vimos cousas moi cutres, así que creo que foi unha sorte atopar este lugar» 

Iria Arán, carballesa de 19 años, estrenará el próximo mes de septiembre su tercer piso de estudiantes en Ferrol, coincidiendo con el inicio de su tercer curso como alumna del grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos. «O primeiro ano eramos cinco persoas na mesma casa e decidín deixalo porque a convivencia con tanta xente facíaseme moi difícil; en segundo curso compartín só cunha compañeira, pero o piso era moi frío o non tiña ascensor... E nesta ocasión creo que por fin imos acertar», comenta satisfecha.

A través de la agencia Artemisa de Esteiro, esta universitaria ha encontrado junto a dos compañeras de carrera lo que ellas consideran el piso «ideal». Se trata de un segundo con ascensor recién reformado, ubicado en la avenida de Vigo, con calefacción, tres habitaciones individuales y muebles sencillos y modernos. «As fiestras pechan ben, non como as do piso do ano pasado, que deixaban entrar todo o frío, e ademais sáenos mellor de precio», comenta Iria, al tiempo que puntualiza que el alquiler les saldrá a 160 euros por cabeza (480 a repartir entre tres).

«Este curso pasado, como só eramos dúas inquilinas, tiñamos que pagar cada unha 175 euros e por enriba o piso estaba peor e máis lonxe do campus», explica la estudiante en referencia a la vivienda que compartió junto a una amiga en la calle Magdalena a lo largo de los últimos meses.

Junto a ella y otra compañera se mudará en septiembre a su nuevo piso, no sin haber estudiado antes otras opciones. «En Ferrol vimos cousas moi cutres, así que creo que foi unha sorte atopar este lugar; a ver se desta vez xa vai a vencida e non volvo cambiar de piso», dice ilusionada.

Iria cree que harían falta más pisos «decentes» para universitarios y se confiesa algo cansada de que al inquilino estudiantil se les cuelge siempre el sambenito de follonero. «Hai propietarios que incluso suben o precio cando alugan o piso a universitarios e non me parece xusto, porque hai de todo: nós, por exemplo, somos moi coidadosas e comprometémonos a entregar o piso tal e como nolo deron».