Xeración trabaja con jóvenes procedentes de Estonia, Holanda, Grecia, Austria, Rumanía y Francia
09 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«Creo que Ferrol es una ciudad muy acogedora y tiene mucho potencial también, pero lamentablemente no es muy conocida. Tengo ganas de hacer cosas para poner la ciudad en el mapa y permitir que otras personas, especialmente los jóvenes, descubran esta hermosa ciudad», afirma la holandesa Gaye Hagedorn. Recaló en Ferrol en el mes de septiembre a través del programa de la Comisión Europea Cuerpo Europeo de Solidaridad, que permite a jóvenes de toda Europa realizar entre dos meses y un año de voluntariado en otro país a gastos pagados. Es una de los nueve voluntarios europeos -junto a Mattias Rebane (19 años) de Estonia, Faye Hagedorn (18) de Holanda, Sofia Kouroutou (23) y Tasos Batzonis (24) de Grecia, Adina Ghetumatei (29) de Austria, Patricia Hodos (23) de Rumanía, Romain Martenot (30), Maxime Petel (19) de Francia y Leon Hernot (19) de Holanda- que ya se encuentran instalados en la ciudad para realizar proyectos con la asociación juvenil Xeración.
«Nuestros chicos han llegado con la idea de echar una mano en las actividades medioambientales, artísticas y lingüísticas de Xeración. El proyecto les ofrece la posibilidad también de desarrollar, con nuestro apoyo, su propio proyecto personal, esto es, una iniciativa sociocultural que se ajuste a sus propias preferencias», explica el responsable de la entidad, Fran Sequeiro. Por ejemplo, la idea de la griega Sofía Kouroutou es «dar un toque de color» a la ciudad. «Tengo muchas ideas que todavía no he desarrollado al máximo, pero en general pretendo darle un toque de color a la ciudad al tiempo que animo a más jóvenes a participar en voluntariados como el mío. ¡Más detalles en la oficina de Xeración!», bromea. A Faye, su compañera, la situación atravesada por la pandemia sanitaria le animó a salir de su país. «Siempre supe que quería tomarme un año sabático después del instituto para viajar al extranjero. Toda la situación del covid-19 me hizo querer ir a un lugar nuevo aún más. Necesitaba un cambio, salir de mi burbuja y coger nueva inspiración», indica. Ambas son las voluntarias que llevan más tiempo en Ferrol, de la que destacan su naturaleza. «Tiene muchos lugares hermosos, algunos más escondidos que otros. Soy de Amsterdam, así que la veo bastante tranquila. Me encanta la serenidad que tiene esta ciudad y la gente que vive en ella», indica la joven holandesa. A lo que Sofía añade: «Ferrol me gusta mucho, especialmente los lugares asombrosos de la naturaleza en combinación con los ritmos y la tranquilidad de la ciudad».
La entidad ha tenido que adaptar su trabajo a la nueva realidad y se centra en colaborar con actividades vecinales. «La última crisis nos ha obligado a reorganizar el trabajo del grupo cambiando los talleres de lenguas por actividades medioambientales al aire libre que supongan menor riesgo», explica Sequeiro.