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Carmelo Teijeiro: «En el kárate todos somos iguales»

J.V. FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Cedida

Destaca que las artes marciales ofrecen numerosos beneficios tanto para niños como para los mayores

17 dic 2020 . Actualizado a las 11:47 h.

Carmelo Teijeiro asegura que lleva toda su vida practicando el kárate. Primero hizo yudo, después taekuondo y al final se decantó por el kárate. Ramón Vázquez Mayo, el japonés Ishimi y Antonio Oliva fueron sus maestros. En 1985 comenzó a dar clases a sus alumnos y desde entonces no ha parado.

-El kárate, al igual que el yudo, tiene una gran aceptación entre los niños y jóvenes. ¿A qué le parece que es debido?

-En sus orígenes, en Japón, tan solo se le permitía hacer kárate a los hombres. Para las mujeres y los niños estaba prohibido. Sin embargo, el kárate se ha socializado, ha evolucionado con la sociedad y hoy en día es bueno para todo el mundo. Está bien que los niños y niñas hagan kárate, tiene muchos beneficios para ellos, aunque me da rabia que se piense que es solo para los pequeños. Es una disciplina que no tiene edad, de hecho, hay mucha gente mayor que hacen kárate, en mi gimnasio hay gente que sobrepasa los 65 años.

-¿Qué beneficios tiene?

-Enseña disciplina, respeto, te mejora como persona. Todo lo que rodea al kárate es bueno. Muchas veces solo se mira lo de competir, que está bien, ya que es imponerse retos para mejorar, ganar en velocidad, destreza, aunque quedar primero, segundo o tercero no es lo más importante. En el kárate todos somos iguales, los que consiguen medallas y los que no las logran.

-¿Tiene muchos alumnos?

-Varía, aunque habitualmente entre cien y doscientos, repartidos en distintas categorías. Ademas, no todos son pequeños y jóvenes, hay mucha gente mayor que viene al gimnasio y hace sus ejercicios. En algún caso tengo hasta tres generaciones, hijos, padres y abuelos.

-¿Le afectó mucho la pandemia por el covid-19?

-Mucho. En la etapa de confinamiento ya hubo que cerrar, pero ahora mismo hay mucha gente mayor que tiene miedo, que ya no viene a las actividades como yoga o taichí, ya que prefieren quedarse en casa por seguridad. Más o menos hemos perdido el cincuenta por ciento de los socios que tenemos habitualmente.