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«Tenemos a mucha gente para cenar, pero lo de la reserva y el horario se lleva peor»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Los restaurantes destacan las ganas que había en la ciudad de recuperar la vida nocturna y la mayoría ofrecen el servicio solo los fines de semana

28 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Principalmente los fines de semana y, sobre todo, un público más joven. Ferrol ansiaba poder salir a cenar y los restaurantes de la ciudad que han apostado por abrir desde que la normativa de la Xunta lo permite, perciben las ganas de los comensales. «Gente, muchísima. Pero lo de la reserva previa y el horario se lleva un poco mal», comenta Álvaro González, responsable de A Maruxaina. En su local han optado por abrir viernes y sábado y con menos aforo interior del que podría tener. «Dentro tengo las mesas más separadas, las ventanas abiertas... Y con el medidor de C02 vemos que tenemos un local muy seguro», comenta.

En la entrada del restaurante Frank hay una hoja donde los clientes deben dejar sus datos personales. «La gente está concienciada con las normas y las medidas», agradece Blanca Tello, gerente del local junto con su marido. Ellos han optado por abrir el servicio de cenas de miércoles a sábado e, igualmente, han completado su aforo algún día. En A Maruxaina indican, incluso, que se han visto desbordados y obligados a paralizar el servicio a domicilio de Look Eats. «Hemos apagado la aplicación alguna noche porque ante todo no queremos bajar la calidad», indica el responsable.

JOSE PARDO

¿Cuál es el perfil del comensal que se ha animado a probar las primeras cenas en Ferrol? «Nos ha cambiado un poco nuestro cliente tipo, mucha pareja joven veinteañera, se ve que es gente que tiene ganas de bajar a tomar algo porque lleva tiempo sin hacer nada», indica Julian Freire, del restaurante Boss. Coinciden en A Maruxaina sobre que los primeros clientes están siendo los jóvenes. «Vemos que mucha gente repite y no ves a gente de más de 55 años. También tenemos a clientes que tienen reparos a estar dentro, reservan en la terraza y, si llueve nos llama, se disculpa y cancela la reserva porque no quiere entrar dentro», comenta González. En el Frank, por el contrario, señalan que tienen a comensales de todas las edades.

En el Boss también han limitado el servicio a los viernes y sábados y los dos primeros fines de semana con cenas han sido un éxito. «Por semana apenas hay nadie, ya no nos planteamos nada. Llevamos dos fines de semana y muy bien. Rozamos dos veces el lleno, con el aforo actual, y esperamos que esto vaya mejorando. El pasado fin de semana fue una locura», indica Freire, que agradece la concienciación de la gente.

Exige reorganizarse

Si en la costumbre social prepandemia imperaba que las cenas no empezasen hasta pasadas las diez de la noche y se alargaban hasta la madrugada, ahora este horario parece de momento impensable. «No es que la gente se acostumbre al nuevo horario, es que es lo que hay», reconoce el responsable del Boss. En su caso indica que suele arrancar a las 20.30 horas y los comensales comienzan a irse a sus casas a las 22.30 horas para evitar el toque de queda.

«A las nueve se nos junta un poco todo, las llamadas de última hora co la gente que está en la terraza y decide quedarse a cenar. Es un poco caos», reconocen en A Maruxaina. No obstante, el interés que despierta estos avances en relajación de las restricciones ilusionan. «Es muy ilusionante ver que vuelve a haber vida, hacía muchos meses que no teníamos noche», reconoce González.

Pero, ¿se puede cenar fuera el resto de la semana? Este servicio lo presentan, principalmente, los restaurantes de los hoteles. «Tenemos cenas de trabajo», pone como ejemplo José Antonio Cedena, director del Parador de Turismo de Ferrol. Quienes no estén alojados deben, eso si, tener en cuenta el toque de queda y salir con tiempo.

Hay restaurantes que no ven viable adaptarse al nuevo horario. Es el caso del Parrulo. «Hemos tenido llamadas de gente preguntando, pero en nuestro caso, mientras el horario sea hasta las 23.00 horas todavía no podemos adaptarnos. Nuestras cenas son más tradicionales, nuestros clientes se suelen quedar más rato y es más difícil que la gente comience una cena mucho antes para acabar a la hora», explica el responsable, Julio Martínez.

Los hosteleros esperan con ansía que se siga avanzando en las medidas y en el retraso en la hora de toque de queda para poder ofrecer el servicio de cena con mayor comodidad.