Los nombres más repetidos son Olivia y Carla, en las niñas, y Roi y Hugo, en los niños nacidos en Ferrol

FERROL CIUDAD

Ni una sola María o José, a secas, entre los 285 bebés nacidos este año en la zona
08 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La mayoría de las niñas nacidas en la segunda mitad del siglo XX tenían como primer nombre María. Las inscripciones en los registros civiles y en las partidas de bautismo como Carmen, Dolores, Pilar, Manuela o Concepción, a secas, no eran habituales, de ahí que en la actualidad haya tantas abuelas que en el DNI figuren como María del Carmen, María Dolores, María del Pilar, María Manuela o María de la Concepción, aunque en el entorno familiar se las conozca por Lola, Manola o Concha. En el caso de los varones, los nombres de pila más frecuentes eran José y Antonio.
En las últimas décadas surgieron nombres importados como Jeniffer y Jonathan, que solo tuvieron vigencia unos años, y a partir de que, en marzo del 2007, se autorizó de forma oficial el uso de hipocorísticos en los registros, comenzaron a aparecer, aunque a cuentagotas, las Lolas y los Pepes, principalmente, mientras que otros nombres tradicionales reaparecieron en gallego, como es el caso de Antón.
Pero las tendencias van cambiando año tras año y en este 2021 se da la casualidad de que entre los 285 bebés nacidos en Ferrol no hay ninguna María ni tampoco ningún José a secas —solo está registrado un José Luis—. Pero es que, de ese montante de recién nacidos, la variedad de nombres es tan amplia, que apenas hay repeticiones.
En el caso de las niñas, Olivia, Carla, India y Manuela son los más utilizados, pero solo hay cuatro, cuatro, tres y tres, respectivamente; seguidos de dos Lolas y dos Aloias. Todas las demás tienen nombres diferentes, aunque en algún caso solo cambie una letra, ya que hay una Abril y dos Avril. Entre otras identidades curiosas figuran Luna, Venus, Indiana y Marte, pero también hay una Concha y una Carmen.
En cuanto a los niños, la variedad de nombres también es casi total, siendo Roi el más utilizado, con cinco niños nacidos este año que se llaman así, seguido de Hugo, con cuatro; Mario, con tres; y Antón, Leo y Julen, con dos cada uno. Entre los nombres que hasta ahora no eran habituales pero que, de momento, no se repiten, figuran Josué, Dylan, Dilan, Aday, Neo, Noah, Maikel, Artai, Aray, Eneko, Neizan y Rayan, entre otros. En el listado de niños también hay un Tiago y otro Thiago.
Cualquier palabra puede ser un nombre, salvo si tiene connotaciones peyorativas
Los únicos impedimentos para que cualquier palabra pueda ser registrada por los padres como nombre para un recién nacido es que tenga connotaciones peyorativas o que pueda inducir a error o dudas sobre el sexo. En el primero de los casos, un ejemplo claro es el de Lela, apelativo bastante utilizado para referirse a las abuelas, pero que no está permitido registrar como nombre, porque según la RAE, es una persona «simple o atontada». Y respecto a las dudas sobre el sexo, en el Registro de Ferrol se encontraron con un problema con unos padres que querían registrar a su hija con el nombre de Keane y lo tuvieron que cambiar por Keanu, porque Keane es el nombre de un dios masculino.
Salvo estas dos excepciones, cualquier otra palabra que los padres propongan pasa a ser el nombre oficial de sus hijos. Así, en el listado de bebés nacidos en el presente año aparece una relación muy variada, con muy pocas repeticiones, lo que garantizará, entre otras cosas, que los niños pueden ser identificados en los colegios solo por sus nombres y no por los apellidos, como ocurría hace décadas, cuando había muchos Josés, Antonios y Manueles, o muchas Cármenes, Pilares y Dolores, que debían de llevar incorporado siempre el apellido, para diferenciarse.
En el caso de Ferrol y los nombres que se pueden considerar «raros» influye también la presencia de familias procedentes del extranjero. Y así, entre los bebés de este año hay un Qi, un Sheng Tian y un Zigan, de padres originarios de China; un Chams, de familia marroquí; una Gifty Blessing, con ascendientes de Ghana; y un Oumie, en una familia de Namibia.
«Mi hija pequeña se llama Lola López, tiene nombre de artista»
Ángela Torrente y Roi López son los papás de Lola, una niña que nació el pasado 18 de agosto. «Barajamos varios nombres. Entre nuestros abuelos y tíos, y en general en nuestra familia, hay varios Manuel y Manuela, y lo sopesamos; a mí también me gustaba Xela, porque yo soy Ángeles, pero finalmente optamos por ponerle Lola, porque nos gustaba mucho a los dos», explica la madre, añadiendo, entre risas, «mi niña se llama Lola López, tiene nombre de artista». Y la recién nacida Lola entró a formar parte de un hogar familiar en el que ya había otro pequeño, su hermanito Xabi, que en la actualidad tiene cinco años.
En el caso del niño, Ángela manifiesta que ella y su pareja ya comenzaron a hablar de ese nombre para un futuro hijo desde que se conocieron. «Los dos estábamos de acuerdo y queríamos que fuese Xabi, con b, porque nos gustan mucho los nombres en gallego», indica, añadiendo que también el papá de los pequeños está orgulloso de tener un nombre muy gallego, Roi, que a ella también le gusta, pero no se plantearon la posibilidad de que su hijo lo heredase.