Ya no hay asociación de padres en el colegio de Recimil. La última presidenta, Elena Rivas, garantiza que como madre seguirá luchando por el colegio, pero como representante de la entidad se ha quedado sin fuerzas: «No podíamos seguir, el Anpa de Recimil ha dimitido por cansancio: nadie nos escucha, las administraciones solo reaccionan cuando hacemos denuncias en las redes sociales, el resto del tiempo solo nos inundan con papeleo, ya no estamos ni en el consejo escolar», cuenta ante un centro sobre el que asegura que el principal problema es que está rodeado de colegios concertados a los que sí llegan ayudas públicas.
«Somos el colegio del centro de Ferrol, pero solo se nos asocia con una parte del barrio que tiene problemas, cuando ni siquiera es así en todas las zonas, podríamos ser un gran colegio público, con muchos recursos, como el centro de salud, la biblioteca, la federación de asociaciones de padres que están al lado y nos pueden ayudar con cualquier cosa...», cuenta Elena ante una escuela en las que asegura que se da una educación buena, pero que distan mucho de las condiciones de otras aulas de la ciudad. «Solo hay que ver las ventanas del gimnasio para darse cuenta de que tienen que pasar frío a veces, es una pena», lamenta. A Elena le gustaría que el colegio cambiase de nombre para empezar una nueva etapa: «Ojalá se llamase Ángela Ruiz, pero antes había que mejorar muchas cosas», cuenta ante la placa que recuerda a la maestra inventora del libro electrónico. La última presidenta del Anpa desea con todas sus fuerzas un renacer para el colegio, pero si no hay relevo en breve disolverá la entidad y donará sus fondos al centro.